El encuentro, iniciado el jueves 8, reunió en la jornada del viernes a expositores como el doctor Roberto Cortés Conde, el ingeniero Carlos Tramutola, el licenciado Manuel Mora y Araujo, el presbítero Rafael Braun, el doctor Guillermo Jaim Etcheverry y Don Alfonso Osorio y García, ex vicepresidente de Adolfo Suárez, presidente de la Xunta de Galicia, España. Cerró el Encuentro el nuevo presidente de ACDE, ingeniero Alejandro Preusche.
¿Todo seguirá igual?
En el transcurso del encuentro se realizó entre los asistentes una encuesta de temas de actualidad que reveló, entre otros, los siguientes datos:
Sobre la situación económica, el 55% de los presentes consideró que permanecerá igual, mientras que el 34% cree que mejorará. Sólo el 11% consideró que las condiciones de la economía serán peores.
En relación con los niveles de empleo, el 53% señaló que permanecerán estables, el 41% que aumentarán y el 6% que disminuirán.
Al evaluar perspectivas en materia de crecimiento económico, las opiniones estuvieron prácticamente equiparadas entre quienes auguran que será mediano (47%) y quienes creen que será mínimo (44%). El 5% consideró que habrá un gran crecimiento y el 4%, que no habrá indicios de él.
En cuanto a la participación social de las empresas, la mayoría consideró que no fue activa (53%) y un 44% opinó que sí lo fue, pero que debería incrementarse. El 52% declaró que sus empresas cuentan con programas de responsabilidad social.
Los temas y sus expositores
La jornada comenzó con la exposición del doctor Roberto Cortés Conde, dedicada a analizar el marco histórico y el presente de la situación económica y social. Dijo que «no hay magia en la economía» y que «el hecho de que la economía funcione o no, depende de que haya buenas instituciones».
«Lo que estamos viviendo –agregó Cortés Conde– es la Argentina del desencanto y así no se puede trabajar, ni invertir ni ahorrar». Señaló que «con todos su males, el sistema de tipo de cambio llevó confianza a la gente y por eso se generó crecimiento durante los primeros cinco años de la década pasada. Pero el problema de la convertibilidad fue su propia rigidez», remarcó.
Finalmente Cortés Conde destacó la importancia de que la Argentina «se acostumbre a tener reglas y a cumplirlas. Dejemos de hacer ingeniería institucional y permitamos que algunas reglas se mantengan», pidió.
Luego el licenciado Manuel Mora y Araujo efectuó un análisis de los factores necesarios para lograr la integración social. Destacó que de los cinco factores que unen a una sociedad: el sentimiento de pertenencia, el sistema de valores colectivos, la educación, el trabajo y el tejido social, en la Argentina están todos prácticamente debilitados, cuando no severamente dañados.
Mora y Araujo aseguró que nuestra clase dirigente no es integrativa y no tiene liderazgo. «Basta con ver estas elecciones: hay candidatos pero no hay líderes», afirmó, y agregó que «tampoco hay liderazgo empresarial; el sector es cortoplacista y se fija más en los intereses sectoriales que en los intereses comunes». En cuanto a la dirigencia social, opinó que está todavía imbuida del paradigma del conflicto: sólo genera protesta, pero no propuestas.
Por su parte el ingeniero Carlos Tramutola, presidente de Strat Consulting, presentó un minucioso trabajo de diagnóstico de situación y aporte de propuestas que tituló «Una agenda para el crecimiento de la economía real». Ofreció algunas cifras para descubrir la situación económica actual, comparándola con los principales índices de 1998. Respecto a aquella fecha, el PBI cayó un 18%, la actividad industrial un 23%, el desempleo un 17,8% –aunque dijo que hay estimaciones privadas que lo colocan por encima del 20%–, la inversión, un 10% y el riesgo país se ubica hoy en los 6.683 puntos.
Tramutola señaló que, como diagnóstico de la situación actual, el país cuenta con disponibilidad de mano de obra, equipos razonablemente modernos y costos competitivos, aunque basados en un tipo de cambio que puede variar.
Destacó que, desde su punto de vista, es fundamental trazarse cuatro grandes objetivos a corto plazo: disminuir fuertemente la tasa de desempleo («que más que un objetivo, debería ser una obsesión»); elevar la tasa de inversión y volver a niveles que superen el 20% del PBI; lograr una estructura de producción con creciente valor agregado, competitiva internacionalmente, y mejorar el acceso a los mercados existentes, al tiempo que se apunta a los nuevos mercados.
Tramutola sintetizó su agenda de propuestas en dos aspectos fundamentales: «la agenda del corto plazo debe estar dedicada a la generación de empleo y la de mediano plazo, a la inversión y a la tecnología».
Revalorizar el papel educativo de la universidad
«Los deberes del ciudadano» fue el panel que reunió al presbítero Rafael Braun, asesor doctrinario de ACDE, y al rector de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Guillermo Jaim Etcheverry. El padre Braun reivindicó la aspiración política «siempre que sea con honestidad» y señaló que «el ciudadano también es responsable del bien común».
Por su parte, el doctor Jaim Etcheverry puntualizó que «hay que comprometerse con el esfuerzo de educar y educarse, porque el éxito de cada uno de los dirigentes tiene que ver con el éxito de quienes lo rodean». Respecto de la educación superior, el rector de la UBA apuntó que es necesario «revalorizar el papel educativo de la universidad, ya que cada vez más las universidades tienden a usar criterios parecidos a los de las empresas y rehúyen su tarea central».
Jaim Etcheverry destacó la necesidad de «enfatizar el rol de la universidad como lugar de creación del conocimiento» e hizo una advertencia en particular acerca de la «banalización sistemática de las instituciones» y lo que describió como «la espectacularización de la vida».
La jornada culminó con la exposición de Don Alfonso Osorio y García y con las palabras del ingeniero Alejandro Preusche, nuevo presidente de ACDE.