CIUDAD DEL VATIACANO, 13 mayo 2003 (ZENIT.org).- Juan Pablo II ha enviado un mensaje para transmitir su dolor por el asesinato de dos sacerdotes de la República Domocrática del Congo y asegura que la violencia «es un camino sin futuro».
El sábado pasado, en los locales de parroquia de Nyakasanza, en los alrededores de Bunia, el padre François Xavier Mateseso, párroco, y el padre Aimé Ndjabu, vicepárroco, fueron asesinados por las milicias de la etnia Lendu.
En los locales de la iglesia se habían refugiado numerosas personas, de las cuales al menos 48 perdieron también la vida.
En un telegrama dirigido al obispo de Bunia por el cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado, el Papa confía a todas las personas que han sido asesinadas «a la misericordia infinita del Dios de amor y de paz».
Tras asegurar sus oraciones a la comunidad local en luto, el Santo Padre «invita a cada uno a comprometerse cada día en el seguimiento de Cristo para rechazar la violencia, que es un camino sin futuro, y para construir una paz duradera fundada en la justicia y el respeto de las personas».
La violencia entre las etnias Hema y Lendu se da en la zona desde hace años. La población Lendu representa la mayoría en Bunia y es la población originaria. Los Hema proceden de Uganda.