«Este gesto –según explica a la agencia Asianews, que ha dado la noticia, el responsable, el padre Nabil Haddad– quiere demostrar el auténtico amor de la minoría cristiana en Jordania», que supera las barreras confesionales.
Las comidas son pagadas gracias a una cantidad económica que ha destinado la Iglesia melquita al Ayuntamiento de Ammán, capital de Jordania, que organiza todas las noches banquetes («Iftar») gratuitos para musulmanes pobres que han ayunado desde la aurora hasta el ocaso.
El año pasado la Iglesia melquita, en comunión con Roma, compuesta en su inmensa mayoría por cristianos árabes (su liturgia de hecho es en árabe) ofreció estos banquetes de Ramadán no sólo a los necesitados, sino también a exponentes de la sociedad: científicos, ministros, parlamentarios, militares.