CIUDAD DE GUATEMALA, 19 noviembre 2003 (ZENIT.org).- Publicamos a continuación el comunicado difundido el martes pasado por la Conferencia Episcopal de Guatemala, reunida en Asamblea Plenaria Extraordinaria.

* * *




COMUNICADO
de la Conferencia Episcopal de Guatemala




A los fieles católicos
A los hombres y mujeres de buena voluntad



1. Al final de un año importante para el País

Los Obispos de Guatemala, reunidos en asamblea plenaria extraordinaria, contemplamos con gratitud a Dios el próximo final de un año de muchas bendiciones para Guatemala y el mundo. La vivencia del Año del Santo Rosario, el Jubileo de los 25 Años de Pontificado de nuestro querido Papa Juan Pablo II, la vivencia del Año Santo Misionero: todas son gracias de Dios que han producido frutos permanentes en la renovación de fe en nuestras familias y comunidades. La elevación a la dignidad cardenalicia de nuestro hermano Rodolfo Quezada Toruño, Arzobispo de Santiago de Guatemala, es un signo del aprecio que Su Santidad tiene por nuestra tierra. Hemos enviado por ello una carta de gratitud al Papa Juan Pablo II, que estamos seguros, encierra el agradecimiento de todos los guatemaltecos. Finalmente, la misma peregrinación de las Imágenes del Señor de Esquipulas, de la Virgen de Guadalupe y la reliquia del Santo Hermano Pedro de San José Betancur han sido una bendición para toda Centroamérica y especialmente para Guatemala que ante ellas ha suplicado del Señor el don de la paz.


2. Contemplando un signo esperanzador del espíritu guatemalteco:

Ante todo, consideramos justo y oportuno felicitar la notable participación ciudadana en las pasadas elecciones generales. No escapa la significativa participación de la mujer ladina e indígena, de los jóvenes y los ancianos. El voto es un deber ciudadano, que muestra que el poder político reside en el pueblo y lo delega a quienes con dignidad, competencia y responsabilidad, buscan sinceramente el bien común. A la invitación de la Iglesia Católica y de otros cristianos, de diversas organizaciones nacionales e internacionales, se ha respondido con entusiasmo y responsabilidad. Aun cuando en el clima general de esa respuesta al voto responsable debió haberse evitado la innecesaria confrontación de grupos políticos en varias poblaciones del interior del País, consideramos que ha prevalecido el respeto y el interés por el bien común de los ciudadanos.

Invitamos a los futuros candidatos presidenciales que participarán en la segunda vuelta electoral de diciembre próximo, a que promuevan la serenidad y el genuino espíritu cívico, lejos de campañas de desprestigio que fomenten la violencia.

A los ciudadanos les pedimos nuevamente votar con responsabilidad participando con igual entusiasmo cívico. Con palabras del mismo Papa Juan Pablo II, les exhortamos a recordar, que, así como no puede separarse al hombre de Dios, tampoco se pueden separar la rectitud moral de la actuación política, que debe inspirar tanto a los candidatos como a los electores [1].

No debe olvidar el Tribunal Supremo Electoral corregir las anomalías técnicas que se dieron, de modo que se facilite la participación de todos. Queremos reconocer que tanto los observadores nacionales como internacionales, prestaron una colaboración tan necesaria como efectiva en la jornada electoral.


3. Celebración del Segundo Congreso Americano Misionero

La ciudad de Guatemala fue elegida hace cuatro años como sede del Segundo Congreso Americano Misionero (CAM 2), que será celebrado del 25 al 30 del presente mes de noviembre. Como un signo muy hermoso de unidad, todos los obispos de Centroamérica se comprometieron a colaborar activamente en la preparación de este importante evento eclesial. Participarán en el mismo representantes de todos los países del Continente americano y también personalidades de la Iglesia, encabezados por el señor Cardenal Crescenzio Sepe, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los pueblos, en calidad de Enviado Especial de Su Santidad el Papa Juan Pablo II.

La larga y fructuosa preparación de este Congreso en la que han participado decenas de miles de fieles como “Animadores de la Misión” y se han movilizado enormes multitudes en torno a las imágenes del Santo Cristo de Esquipulas y de la Virgen de Guadalupe, que han recorrido todo el istmo centroamericano a lo largo del Año Santo Misionero, nos llena de esperanza en que su fruto será un renovado impulso evangelizador que nace de la misma vida de Jesucristo, verdadera luz del mundo, anunciado hasta los confines de la tierra. Nos consuela la respuesta que los fieles católicos han dado a la invitación que les hiciéramos de participar activamente en diversas y variadas celebraciones de carácter misionero a lo largo del año y la generosidad con que varios miles de familias en la Capital han ofrecido sus hogares para alojar a los más de tres mil congresistas, que están inscritos. Ponemos en las manos del Señor y encomendamos a la oración de todos los fieles el éxito espiritual de este Congreso.


4. Contemplando el futuro con esperanza

Los Obispos, unidos al Sucesor de Pedro en nuestra tarea de ser “signos de esperanza para el mundo” [2], hemos visto el año 2003 que ya finaliza, como una oportunidad para el compromiso con Jesucristo, Señor de la historia, en quien “han de recapitularse todas las cosas” (cfr. Ef 1, 10). Sólo en Él, el plan de Dios sobre la humanidad será una realidad concreta de paz, justicia, reconciliación y solidaridad a la que aspiran todos los guatemaltecos. Vivamos el próximo Adviento como verdadero tiempo de conversión a Dios, con los hermanos y con nosotros mismos. Tiempo de reflexión sobre nuestras responsabilidades sociales, políticas y comunitarias; tiempo en fin, en el que se haga posible el “encuentro con el Señor que viene a salvar a su Pueblo”.

Así lo pedimos a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, por intercesión de María Santísima, Reina del Rosario y Patrona de Guatemala.

Guatemala de la Asunción,
18 de noviembre de 2003


+ Rodolfo Cardenal Quezada Toruño
Arzobispo Metropolitano de Guatemala
Presidente de la Conferencia Episcopal de Guatemala

+ Víctor Hugo Palma Paúl
Obispo Coadjutor de Escuintla
Secretario General de la CEG


-----------------------------

[1] Cfr. JUAN PABLO II, Mensaje en la Jornada de la Paz del 1 de Enero del 2003.
[2] Cfr. JUAN PABLO II, Exhortación Apostólica Pastores gregis, n° 1ss.