Nacido en Argelia (1934) en el seno de una familia judía, monseñor Gourion, fue bautizado a los 23 años en Francia. Entró en la Abadía benedictina de Bec, en ese país, y en 1976 fue enviado con dos hermanos en religión a fundar y ser superior del monasterio de la Congregación Benedictina Olivetana, en Abu Gosh, pacífico pueblo israelí donde vive una pequeña comunidad cristiana de lengua hebrea.
Según revela el padre Fréderic Manns, profesor del Studium Biblicum Franciscano de Jerusalén, en el Estado de Israel hay unos 400 católicos de origen judío, a los que se unen emigrantes rusos a Israel, que en su mayoría no son judíos. La gran mayoría de los cristianos de Tierra Santa son palestinos de origen árabe.
El padre Manns, en un artículo publicado en el diario Avvenire, considera que con la consagración del nuevo obispo el diálogo entre judíos y católicos entra en una «nueva fase» de reconocimiento mutuo.