CIUDAD DEL VATICANO, 10 noviembre 2003 (ZENIT.org).- Juan Pablo II denunció este lunes la contradicción moral que implica el querer salvar vidas humanas de enfermedades eliminando vidas humanas en sus primeras fases de existencia en aras de la investigación.
El pontífice reafirmó la posición de la Iglesia en materia de experimentación con células estaminales al recibir en audiencia a miembros de la Academia Pontificia de las Ciencias, que en este año cumple cuatrocientos años de vida, entre quienes se encontraban algunos Premios Nobel.
Los científicos se encuentran reunidos en estos días en el Vaticano para afrontar las implicaciones científicas y bioéticas de «La tecnología sobre las células estaminales y otras terapias innovadoras».
Al afrontar el tema en el discurso que el Papa les entregó en inglés consideró que «la investigación en este campo ha aumentado de manera comprensible en importancia en los recientes años a causa de la esperanza que ofrece para la curación de enfermedades que afectan a muchas personas».
«En otras ocasiones he afirmado que las células estaminales con objetivos de experimentación o tratamiento no pueden proceder del tejidos de embriones humanos», recordó.
«Por el contrario, he alentado la investigación con el tejido adulto humano o con el tejido superfluo en el desarrollo normal del feto», pues en estos casos la investigación científica no implica la eliminación de vidas humanas.
«Todo tratamiento que reivindique la salvación de vidas humanas y que sin embargo se base en la destrucción de la vida humana en su estado embrional es lógica y moralmente contradictorio, como lo es la producción de embriones humanos con el propósito directo o indirecto de la experimentación o incluso su eventual destrucción», añadió.