CIUDAD DEL VATICANO, 11 noviembre 2003 (ZENIT.org).- La Santa Sede quiere dar respuestas pastorales más cercanas a los 175 millones de inmigrantes del planeta y, en particular, a 16 millones de refugiados, motivo por el cual ha convocado una cumbre de representantes católicos del mundo.
Así lo confirmó este martes el cardenal Stephen Fumio Hamao, presidente del Consejo Pontificio para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes, al presentar en una rueda de prensa el quinto Congreso Mundial de la Pastoral para los Emigrantes y Refugiados, que se celebrará en Roma del 17 al 22 de noviembre.
El encuentro, que se celebrará en el Instituto Patrístico «Augustinianum» de Roma, y que lleva por lema «Recomenzar desde Cristo — Para una renovada pastoral de los emigrantes y refugiados», reunirá a expertos y exponentes de las Iglesias locales de todos los continentes, así como de congregaciones religiosas, movimientos eclesiales y asociaciones de laicos.
Está prevista la participación de delegados fraternos, representantes de la Comunión Anglicana, el Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, la Federación Luterana Mundial y el Consejo Mundial de Iglesias.
Con este encuentro, aclaró el purpurado japonés, su Consejo quiere «formular algunas respuestas adecuadas a los desafíos que tenemos en frente con una renovación pastoral».
En la rueda de prensa, el secretario de ese Consejo Pontificio, el obispo Agostino Marchetto expuso en números estos desafíos.
Según la Organización Mundial de las Migraciones los «inmigrantes» (término difícil de encuadrar) son unos 175 millones de personas en el planeta globalizado.
Según esta fuente, añadió el prelado italiano, se cree que en el mundo entre 700.000 y 2 millones de mujeres y niños son objeto de tráfico cada año a través de las fronteras internacionales.
«Se calcula, además, que unas 500.000 personas entran irregularmente todos los años en los Estados Unidos, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, mientras que en la Unión Europea la cifra giraría entre los 120.000 y 500.000 al año», siguió ilustrando.
«La introducción clandestina de migrantes es un «comercio» muy rentable que genera miles de millones de dólares», denunció monseñor Marchetto.
El padre Michael Blume, S.V.D., subsecretario del Consejo Pontificio, intervino por último, constatando que actualmente «hay 12 millones de refugiados bajo el mandato del Alto Comisionado de las Naciones Unidas y otros 4 bajo el Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Oriente Medio».
«Si la pastoral de los refugiados puede asumir formas diversas, según las circunstancias, su punto de partida deberá ser siempre la comprensión de la situación en todas sus dimensiones –personales, sociales, económicas, políticas– a la luz de la Palabra de Dios y de la doctrina social de la Iglesia», explicó el sacerdote aclarando el objetivo del congreso.