MADRID, 14 noviembre 2003 (ZENIT.org-Veritas-).- El quinto Congreso Católicos y Vida Pública se inauguró este viernes en Madrid con el desafío de revindicar la contribución de «la cultura católica desde la proposición y no la imposición».
El foro, que se ha convertido en un punto anual de referencia en España y que continuará sus sesiones durante este fin de semana, fue abierto por los discursos del nuncio apostólico en España, el arzobispo Manuel Monteiro de Castro, y del presidente de la Asociación Católica de Propagandistas, Alfonso Coronel de Palma.
Ambas intervenciones respondían a la pregunta que se ha convertido en tema de esta edición del Congreso: «¿Qué cultura?».
En su discurso inaugural, monseñor Monteiro de Castro dijo que es «necesario levar la fe a todas las manifestaciones culturales» y refiriéndose a la importancia que el Papa Juan Pablo II concede al problema de la cultura, afirmó que pese la «ambivalencia del concepto de cultura», la vocación de la Iglesia es salir en su defensa».
Frente a la cultura merecedora de este nombre, el nuncio habló también de las «pseudoculturas» que expresan «la negación del hombre» y «el vacío de la realidad». Para el prelado, aunque estas pseudoculturas lleven a veces los adjetivos de «modernidad» o de «vanguardismo», están muchas veces «sometidas la ley del mercado» y «responden a tópicos».
«La cultura, dijo recordando nuevamente palabras de Juan Pablo II, debe contribuir a la civilización». «Nadie dudaría de que la Iglesia a lo largo de los siglos ha sido inspiradora y protectora de cultura, de la verdadera cultura, de una cultura al servicio del hombre», añadió el prelado.
Monseñor Monteiro de Castro afirmó que «el anuncio de Jesucristo tiene que llegar también a la cultura europea contemporánea» y propuso la «diaconía del diálogo» como método de Juan Pablo II para hacer una confrontación crítica con la cultura actual de Europa.
El arzobispo añadió que a esta diaconía del diálogo, debe acompañarla también una «diaconía de la Evangelización» de la cultura europea, que «empieza por reconocer las raíces cristianas» y la «fecundidad del cristianismo a lo largo de la historia de la Iglesia en Europa».
Como retos para la cultura católica, el nuncio propuso el «que sea constructora de Europa y solidaria del mundo», y «que en cada manifestación cultural brille Cristo como luz del hombre». Asimismo, recordó la «llamada de la Iglesia a relacionarse con el conocimiento científico y sus aplicaciones».
Por su parte, Alfonso Coronel de Palma comenzó su discurso diciendo que ante la pregunta «¿Qué cultura?», cabría preguntarse por las muchas manifestaciones
culturales que hoy se presentan.
Entre ellas citó a la cultura de la muerte, de la ausencia de Dios, de la soledad, de la destrucción familiar, la que violenta la naturaleza de las cosas, a del consumo, la que reduce el hombre a materia, la de la técnica (que obliga creer que sólo lo posible es bueno), la del relativismo (que nos hace pensar que todo vale), la del hedonismo, la del escándalo (que muestra sólo la parte más horrible del hombre, la de su pecado), la fatalista (que se refugia en al azar y no encuentra sentido a la vida), la mediática, la egoísta, la del mercado de los ricos y la de la organización de los poderosos, la de la mentira.
El presidente de la Fundación San Pablo-Ceu se preguntó cómo responden los católicos a la pregunta «¿Qué cultura?» y «¿qué tienen que ver con la cultura?».
«Podemos introducirnos en las sacristías y no mostrar la fe de ninguna manera», dijo, y recordando palabras del Papa, añadió que «una fe no es fielmente vivida si no se hace cultura».
Coronel de Palma reconoció que «hay una carencia de evangelización en la cultura actual», y volviendo al pensamiento de Pablo VI y Juan Pablo II, dijo que uno de los grandes retos de la fe es «generar cultura».
«Una parte importante de la falta de presencia pública del cristianismo es por culpa nuestra», afirmó, aunque luego reconoció que «a veces la cultura mediática y el mercado han hecho que bellas manifestaciones de la cultura cristiana no salgan en la foto».
Finalmente, Coronel de Palma animó a «reivindicar la cultura católica desde la proposición y no desde la imposición» y dijo a los congresistas que la respuesta la pregunta «¿qué cultura?» será «la que cada uno de nosotros pueda dar».
Entre las numerosas personalidades civiles, religiosas y académicas, que asistieron al acto destacaban monseñor César Augusto Franco, obispo auxiliar e Madrid y Consiliario de la Acción Católica de Propagandistas; José Alberto Parejo Gámir, rector de la Universidad San Pablo-Ceu, y el ex presidente del gobierno Leopoldo Calvo-Sotelo Bustelo, encargado de pronunciar una de las ponencias de la mañana.
Es posible seguir el congreso por Internet en la página http://www.ceu.es/Fnd/vcongreso/congresov.htm.
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Nov 14, 2003 00:00