CIUDAD DEL VATICANO, 17 noviembre 2003 (ZENIT.org).- Tras la intervención de este domingo de Juan Pablo II, en la que pidió que en Tierra Santa no se construyan «muros» sino «puentes», exponentes católicos en la región han explicado los motivos que han llevado al Papa a hablar sobre un argumento tan preciso.
El arzobispo Pietro Sambi, nuncio apostólico en Jerusalén, explica que este muro «separa las escuelas de los alumnos, enfermos de los centros de tratamiento, personas de su lugar de trabajo, familias de sus parientes».
«El muro nunca ha sido signo de paz, no lo ha sido y no lo es», añadió este lunes el prelado en declaraciones a «Radio Vaticano», constatando que ha hecho saber a las autoridades israelíes que la barrera que quiere dividir Israel y los territorios palestinos parte en dos monasterios, conventos, iglesias, cementerios, etc.
La construcción de la barrera, que en algunas de sus partes es un vallado eléctrico con alambres de púas y, en otras, un muro de hormigón busca, según el gobierno israelí, impedir que terroristas palestinos entren en Israel.
Los palestinos califican la barrera como un intento de usurpar territorios, señalando que la construcción no sigue el trazado de la frontera de antes de la Guerra de los Seis Días de 1967, reconocida por la comunidad internacional.
La prensa israelí en días pasados afirmó que monseñor Sambi había negociado con el gobierno israelí algunos tramos para que terrenos cristianos de los territorios palestinos quedaran del otro lado del muro, en la parte israelí.
El nuncio responde: «El artículo del diario "Mahariv" no era correcto. Nunca se ha pedido que las instituciones católicas de la zona de Betania fueran incluidas en Israel. Lo que pedí fue que se incluyeran en Jerusalén. Se trata de Jerusalén Este, es decir, de la parte árabe de Jerusalén». Por tanto, aclara, la información «no tiene ningún fundamento».
Por su parte, el padre Giovanni Battistelli, superior de la Custodia franciscana de Tierra Santa, en declaraciones a la emisora vaticana añadió: «Lo que necesitamos verdaderamente es un amor que una y no medios que separan, que no hacen más que aumentar el rencor, el odio y --me parece-- también la injusticia».
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Nov 17, 2003 00:00