CIUDAD DEL VATICANO, 23 noviembre 2003 (ZENIT.org).- Desde los diferentes estados de vida, los creyentes están llamados a cooperar en la construcción del Reino de Cristo, recordó Juan Pablo II este domingo en que la Iglesia celebra a Jesucristo, Rey del universo.
«En el curso de los meses le hemos contemplado en todos sus misterios, desde su nacimiento hasta la ascensión al cielo, poniendo en el centro la Pascua de su muerte y resurrección», explicó el Papa ante miles de peregrinos que le acompañaron en la plaza de San Pedro en el rezo del «Angelus».
En este domingo, último del Año Litúrgico, «con el apóstol Pablo, reconocemos que el proyecto de Dios es “recapitular en Cristo todas las cosas, las del cielo y las de la tierra” (Ef. 1, 10)».
Juan Pablo II resaltó que en la contemplación de Jesucristo, Rey del Universo, «cobra plena relevancia la misión de los creyentes, llamados a cooperar, en la variedad de los ministerios y de los carismas, a la construcción de su Reino».
Citó entonces a «cuantos ponen al servicio de la liturgia sus talentos y capacidades musicales» –muchos de ellos presentes en Roma con ocasión del Congreso de Música Sacra de la Asociación Santa Cecilia –, a quienes dio las gracias por ello.
Finalmente pidió la ayuda de María, Madre del Rey y por ello «Reina del Cielo y de la Tierra», para que con su intercesión «nuestra vida» sea «un canto de alabanza y de fidelidad a Dios».
