Según informa la La voz católica, publicación mensual de la archidiócesis de Miami, en 1995 los obispos de Cuba comenzaron las gestiones para lograr el reconocimiento del padre Varela (1787-1853) como ejemplo de vida cristiana y modelo de santidad a todos los cristianos.
Encargaron estas gestiones al hermano Leone Morelli, f.s.c. (de LaSalle), quien junto con el hermano Rodolfo Meoli, f.s.c., emprendió la tarea de recopilar la vida del padre Varela, sus trabajos en defensa de la Iglesia, sus escritos, sus discursos, su pensamiento filosófico y cubano, así como testimonios con personas estudiosas y conocedoras de la vida del presbítero.
Toda esta documentación, junto con una descripción histórica y geográfica de la isla de Cuba, fue recogida en un voluminoso libro, la «Positio», que se presentó a finales de 2002 a la Oficina de las Causas de los Santos de la Santa Sede para su estudio y consideración. De este libro se imprimen solamente unas decenas de ejemplares.
El hermano Meoli, en ocasión de la festividad de la Virgen de la Caridad del Cobre, el 8 de septiembre, entregó pública y simbólicamente la «Positio» –durante las ofrendas de la misa– al pueblo cubano en el exilio.
Hoy, el padre Varela está reconocido por la Iglesia como «siervo de Dios»; una vez estudiada la «Positio» por las autoridades eclesiales pertinentes, podría ser declarado venerable. Si ocurriera un milagro por su intercesión, se adelantaría entonces la causa para declararle beato. Más adelante, con otro milagro, se le declararía santo.