NUEVA DELHI, 26 noviembre 2003 (ZENIT.org).- «Angustiado» por la reciente oleada de violencia en el Estado de Assam contra los originarios de Bihar, el episcopado indio ha pedido al gobierno local y central que adopten «todas las medidas necesarias para acabar con la agitación» y «restituir la paz» en todos los sectores de la población.
«La violencia de ninguna forma es un camino aceptable para resolver las cuestiones sociales, religiosas y políticas», se lee en un comunicado de la Conferencia Episcopal India difundido el 22 de noviembre.
En él, los prelados advierten «alarmados la creciente tendencia en el país a recurrir a la violencia a la mínima provocación, lo cual le cuesta caro a la nación».
En una semana, una oleada de violencia en el Estado indio de Assam ha provocado más de medio centenar de muertos entre los ciudadanos de otros Estados –de lengua hindi– que residen allí. Motivos económicos originan este conflicto que, como afirman las autoridades políticas locales, pronto ha sido utilizado por grupos rebeldes para sus objetivos políticos.
Hasta la fecha, la policía ha atribuido la mayoría de los fallecidos al grupo independentista del Frente Nacional para la Liberación de Assam (ULFA).
«El desplazamiento de una parte del país a otra es un derecho democrático» y conduce a una «mayor integración nacional», recuerdan los obispos de la India.
De ahí que «todo intento de minar este aspecto sea perjudicial para el interés nacional y deba ser cortado de raíz».
«Los obispos católicos de la India piden encarecidamente al gobierno del Estado de Assam y al gobierno central que adopten todas las medidas para poner fin a esta agitación perjudicial y restituir la paz y la amistad entre todos los sectores de la población», concluye el comunicado.
Los ciudadanos de Assam miran con recelo a los de lengua hindi, a quienes acusan de «robarles puestos de trabajo». Los ánimos se exacerbaron a raíz de la convocatoria para la asignación de puestos de trabajo en la compañía estatal ferroviaria, circunstancia que llevó hacia Assam a candidatos de otros Estados, en particular del paupérrimo Bihar.
A estos últimos les impidieron participar en la selección algunos activistas de la Unión de los Estudiantes de Assam, provocando a su vez la venganza de miembros de una asociación estudiantil en el Estado de Bihar que dos semanas atrás agredieron a ciudadanos de Assam en tránsito en una estación de trenes.
Tras este suceso, en Assam se ha desencadenado la violencia contra los ciudadanos originarios de Bihar. De éstos, al menos 15.000 han abandonado ya el Estado.
El conflicto étnico-social en el Estado de Assam, en la India nororiental, se amplió el lunes pasado tras el asesinato de tres personas de lengua hindi –y lesiones a otras nueve— a manos del Frente Democrático Nacional del Bodoland (NDFB).
Un grupo de esta organización rebelde –que lucha por la creación de un Estado autónomo del pueblo «Bodo» dentro de Assam–, fingiéndose de la policía, irrumpió en casas de inmigrantes de Bihar, en el pueblo de Khangkhlabari –distrito septentrional de Darrang (a 135 kilómetros de la capital, Guhawati)—, sacaron fuera a algunos de ellos y les dispararon.
Se trata del primer asalto dirigido por el NDFB en la reciente oleada de violencia que desde hace más de una semana atormenta a los inmigrantes de lengua hindi.