CIUDAD DEL VATICANO, martes, 6 enero 2004 (ZENIT.org).- Juan Pablo II ha manifestado su más profundo pésame por el fallecimiento de los 148 pasajeros que murieron al precipitarse el avión en que viajaban procedente del aeropuerto egipcio de Sharm el-Sheikh.
En un telegrama enviado al arzobispo Fortunato Baldelli, nuncio apostólico en Francia, «El Santo Padre expresa sus vivas condolencias a las familias apenadas y asegura su profunda solidaridad y cercanía espiritual a todos los afectados por esta catástrofe aérea».
Asimismo, en el mensaje, enviado por el cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado, en su nombre, el Papa «encomienda a los difuntos a la misericordia de Dios, pidiendo a Dios Todopoderoso que los acoja en su paz y en su luz».
Por último, Juan Pablo II «pide a Dios que sostenga y consuele a todas las personas duramente probadas por este drama, con el deseo de que puedan encontrar la ayuda que necesitan en estas horas dolorosas».
El vuelo, con destino a París, transportaba a 133 turistas franceses y otras 15 personas, y se precipitó el sábado en agua profundas del Mar Rojo cerca del centro turístico de Sharm el-Sheikh.
Renaud Muselier, viceministro de Relaciones Exteriores, que visitó el centro turístico de Sharm el-Sheij tras el accidente, dijo el lunes que no había motivos para sospechar de un atentado.
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Jan 06, 2004 00:00