Un aviso de la Prefectura de la Casa Pontificia, distribuido este sábado por la Sala de Prensa de la Santa Sede, anuncia que la celebración tendrá lugar en esta ocasión en el Aula Pablo VI en sustitución de la audiencia general semanal que ofrece el pontífice.

Podrán participar en el rito de bendición e imposición de las cenizas los fieles que tenían previsto asistir a la audiencia general y todos los que lo deseen, aclara el comunicado.

En años anteriores, el Papa presidía esta celebración en la Basílica de Santa Sabina, en el monte Aventino de Roma. El deseo de evitar ulteriores esfuerzos al Santo Padre se encuentra en el origen de la decisión, según ha podido saber Zenit de fuentes vaticanas.

La costumbre de comenzar la Cuaresma en Roma en esa basílica paleocristiana, introducida por san Gregorio Magno en el siglo VI, fue restablecida por Juan XXIII, en 1960, después de que Clemente XIII la celebrara por última vez en 1769.