HONG KONG, lunes, 12 enero 2004 (ZENIT.org).- El recién ordenado obispo coadjutor de Hengshui, en la provincia china de Hebei –a unos 250 kilómetros al sur de Pekín–, monseñor Pietro Feng Xinmao, tendrá como prioridad en su labor la formación de seminaristas, sacerdotes, religiosos y laicos.
Fue el pasado 6 de enero, solemnidad de la Epifanía, cuando el prelado recibió la ordenación episcopal de manos del obispo emérito de Cangzhou (Xianxian), monseñor Giovanni Liu Dinghan, jesuita, confirma «AsiaNews».
Con su consagración, monseñor Feng se convierte en el primer obispo en haber cursado sus estudios fuera de China, desde que en 1980 las autoridades del país empezaron a dar mayor libertad religiosa. Como coadjutor, estará automáticamente al frente de su diócesis cuando fallezca o se retire el obispo ordinario de Hengshui.
Fue nombrado por Juan Pablo II y posteriormente aprobado por el Consejo de los obispos católicos del país –reconocido por el gobierno–. De hecho, el gobierno aceptó la designación del Vaticano tras dos años de debate, puesto que todos los sacerdotes de la diócesis mostraron su acuerdo con el candidato. En la diócesis, no existe la «Asociación Patriótica», estructura del Partido Comunista que controla a la Iglesia católica en China.
En cualquier caso, surgieron dificultades hasta el mismo día de la ordenación: la ceremonia, programada por la mañana, tuvo que retrasarse hasta la tarde a causa algunas resistencias de las autoridades.
Monseñor Stefano Yang Xiangtai –de Handan– y monseñor Li Liangui –de Cangzhou–, ambos de la provincia de Hebei, participaron también en la celebración a la que acudieron 1.500 personas, 4 sacerdotes y algunos invitados de Austria, Bélgica y Filipinas, con quienes hizo amistad el nuevo obispo durante sus estudios en Lovaina. Como la catedral de Hengshui tiene sólo espacio para 100 personas, se tuvo que alquilar un salón para la ceremonia.
Monseñor Feng, de 39 años, obtuvo su licenciatura en Derecho Canónico en 1990 en la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica). Numerosos observadores de la Iglesia reconocen que en China cada vez se necesitan más obispos con profunda formación, puesto que la sociedad está inmersa en grandes cambios y los propios fieles son cada vez más instruidos.
El nuevo obispo ha enseñado filosofía e inglés en el seminario de Shijiazhuang –la capital de Hebei— y en el seminario de Hengshui.
Según declaró el prelado, su tarea principal será mejorar el nivel educativo del seminario menor y de las congregaciones de religiosas –así como potenciar la formación permanente de los sacerdotes y fieles– de la diócesis, que cuenta con 90 seminaristas, 60 religiosas, 26 sacerdotes y 26.000 fieles.
Hengshui está considerada como una diócesis pequeña, puesto que en Hebei las diócesis tienen una media de 100.000 católicos. El obispo de Hengshui es Chen Xilu. De 75 años, desde hace dos se encuentra en coma por una hemorragia cerebral.