Cuando Karol Wojtyla subió a la cátedra de San Pedro, en 1978, la Santa Sede mantenía relaciones diplomáticas con 85 países.
Los últimos países con la Santa Sede entabló relaciones fueron la recién nacida República de Timor Oriental y el Emirato de Qatar. En ambos casos, los acuerdos se firmaron a lo largo del año 2002.
A estos 174 estados hay que añadir instituciones como la Unión Europea o la Soberana Orden Militar de Malta. Con la Federación Rusa y con la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) tiene relaciones de naturaleza especial.
En el año 2003, la Santa Sede ha firmado acuerdos con dos «lander» alemanes, el de Brandenburgo (12 de noviembre de 2003) e la Ciudad hanseática libre de Bremen (21 de noviembre de 2003).
El 18 de febrero de 2003 firmó un protocolo anexo al Acuerdo con Malta en el que se regula la educación católica en las escuelas estatales.
Un concordato, acuerdo entre las autoridades civiles y eclesiásticas sobre temas que les conciernen mutuamente, es un auténtico contrato internacional que vincula jurídicamente a las partes y que garantiza el derecho a la libertad religiosa y de culto de los católicos en los diferentes países.
Puede tratar de materias mixtas o específicas, tales como la asistencia religiosa a las fuerzas armadas, el matrimonio, la escuela católica, etc.
En las estipulaciones, el Papa –o su plenipotenciario– no actúa como soberano de la Ciudad del Vaticano, sino como cabeza de la Iglesia católica (Santa Sede) con el fin de dar un carácter estable y jurídico a la cooperación entre autoridad religiosa y autoridad civil.