Fue el mensaje que dejó a representantes del 31 escuadrón de la Aeronáutica Militar Italiana, que se ocupan de sus viajes aéreos en el territorio italiano y que llegaron al Vaticano para felicitar al Santo Padre por el nuevo año.
«En estos días la liturgia nos ha invitado a contemplar a Jesús que se hizo hombre y vino a estar con nosotros. Él es la luz que ilumina y da sentido a nuestra existencia, es el Redentor que lleva la paz al mundo, recibámoslo con confianza y alegría», pidió el Papa a los militares.
Les invitó, además, a recurrir a la Virgen María, «madre amorosa», «en todo momento y a confiarle el año 2004 que acaba de comenzar».
Juan Pablo II agradeció por último a los militares la «dedicación y el empeño con los que desde hace años facilitan al sucesor de Pedro el cumplimiento de su ministerio pastoral».