El domingo pasado, el purpurado, el presidente emérito de la Comisión Pontificia para el Estado de la Ciudad del Vaticano, al margen de la celebración de una misa cerca de la ciudad de Guanare, en el central estado Portuguesa, afirmó que «en los últimos años, se ha pretendido imponer con la fuerza, el engaño y la mentira, un proyecto político anacrónico y absurdo que ha cosechado sólo ruinas, destrucción y esclavitud».
Las palabras del cardenal salesiano, reconocido como uno de los más grandes expertos contemporáneos en Derecho Canónico, salen en apoyo de las declaraciones del episcopado venezolano, que en la última asamblea plenaria, concluida el 9 de enero, ha alertado ante el peligro que corre la democracia en el país a causa del así llamado proyecto «revolucionario».