CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 25 enero 2004 (ZENIT.org).- Juan Pablo II destacó este domingo el papel que pueden desempeñar los niños y adolescentes en la promoción de la cultura de la paz al encontrarse con cinco mil muchachos y muchachas.
Se trataba de miembros de la Acción Católica de Roma que participaron en una «Caravana de la Paz», que les llevó a pie desde la céntrica plaza Navona hasta la plaza de San Pedro del Vaticano, donde se unieron a los peregrinos que a mediodía rezaron el Ángelus con el Papa.
Con esta iniciativa, los más pequeños de este movimiento concluían las celebraciones públicas del «Mes de la paz», que comenzó con el 1 de enero, Jornada Mundial de la Paz para la Iglesia católica.
Tras rezar la oración mariana, el pontífice dirigió a los niños, que desafiaban bien abrigados el frío polar, «una palabra de reconocimiento y aliento» «por su compromiso».
En esta ocasión, junto al Papa, se encontraban una niña y un niño, que fueron invitados a subir a su estudio para estar con él durante su tradicional encuentro dominical con los peregrinos.
La niña leyó al final un mensaje en el que expresaba su cariño al Santo Padre. Después, los dos pequeños liberaron desde la ventana de estudio papal dos palomas blancas, símbolo de la paz. Una de ellas se quedó en la repisa de la ventana pontificia, ante la mirada divertida de Juan Pablo II.