CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 25 enero 2004 (ZENIT.org).- Publicamos las palabras que pronunció Juan Pablo II este domingo antes de rezar la oración mariana del Ángelus junto a varios miles de peregrinos congregados en la plaza de San Pedro del Vaticano.
* * *
¡Queridos hermanos y hermanas!
1. Hoy, fiesta de la conversión del apóstol Pablo, se concluye la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, en la que, en todo rincón de la tierra, los cristianos han rezado juntos para que se realice su plena comunión, según la voluntad del Señor. «Ut unum sint – que todos sean uno» (Juan 17, 21). La ardiente invocación de Jesús en el Cenáculo sigue recordando a las comunidades cristianas que la unidad es un don que hay que acoger y desarrollar de manera cada vez más profunda.
2. La unidad de los cristianos ha sido un anhelo constante de mi pontificado y sigue siendo una prioridad exigente de mi ministerio. En la carta apostólica «Novo millennio ineunte», al final del Jubileo, quise recordar que el anhelo de Cristo es «imperativo que nos obliga, fuerza que nos sostiene y saludable reproche por nuestra desidia y estrechez de corazón» (n. 48).
¡Que no desfallezca por tanto nunca el compromiso de rezar por la unidad y de buscarla incesantemente! Obstáculos, dificultades e incluso incomprensiones y fracasos no pueden y no deben desalentarnos pues la «confianza de poder alcanzar, incluso en la historia, la comunión plena y visible de todos los cristianos se apoya en la plegaria de Jesús, no en nuestras capacidades» (Cf. ibídem).
3. Invocamos ahora con confianza a María, Madre de Cristo y de la Iglesia, para que nos apoye y acompañe en el camino ecuménico.
[Tras rezar el Ángelus, Juan Pablo II dirigió estos saludos a los peregrinos]
Hoy por la tarde, en la Basílica de San Pablo Extramuros, tendrá lugar la tradicional celebración ecuménica de clausura de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos. A todos les invito a unirse espiritualmente a este importante momento de comunión.
Se celebra hoy la Jornada Mundial de la Lepra y mi pensamiento se dirige a todos los que siguen sufriendo a causa de la enfermedad de Hansen. Mientras invito a rezar por estas personas y por quienes las atienden, aliento los esfuerzos de la comunidad internacional para derrotar esta enfermedad.
El próximo domingo se celebrará en Italia la Jornada por la Vida y, en la diócesis de Roma, comenzará la Semana de la Vida y de la Familia. Invito ya desde ahora a las familias romanas a participar en la «Fiesta de la familia y de la vida», que tendrá lugar el 1 de febrero, a las 15.30, en el Palacio de los Deportes.
Dirijo ahora un saludo especial al cardenal vicario y a los niños y muchachos de la Acción Católica de Roma, que han formado la «Caravana de la paz» desde la plaza Navona hasta la plaza de San Pedro, concluyendo así el «Mes de la paz». ¡Dirijo una palabra de reconocimiento y aliento a la A-CI-ERRE por su compromiso!
Saludo a todos los peregrinos presentes, en particular a los grupos parroquiales provenientes de Crispano, Pianura, Pagani y Conza de Campania.
Os deseo a todos un feliz domingo.
[Traducción del original italiano realizado por Zenit]