BANGKOK, viernes, 30 enero 2004 (ZENIT.org).- En una sociedad caracterizada por los divorcios, la prostitución y la pobreza, la Iglesia en Tailandia ha decidido que el 2004 sea un año dedicado a la familia.
Así lo anunció el cardenal Michael Michai Kitbunchu, presidente de la Conferencia Episcopal y arzobispo de Bangkok, en la pasada fiesta de la Sagrada Familia –28 de diciembre–. Además, se ha publicado una guía pastoral sobre la familia para la reflexión de familias, comunidades, diócesis y de toda la nación.
Con este énfasis en la familia, se siguen las huellas de Juan Pablo II en la importancia que atribuye a esta institución, destacó el cardenal Kitbunchu, según recoge «Asianews».
Además se enmarca en la pertenencia de la Iglesia en Tailandia a Asia. Y es que del 17 al 22 del próximo agosto, en Corea, la Federación de las Conferencias Episcopales de Asia (FABC) celebrará su VIII Asamblea plenaria sobre el tema «La familia: hacia una cultura de la vida».
La Conferencia Episcopal tailandesa ya ha comenzado el estudio de los documentos preparatorios de dicho encuentro, y desde el pasado septiembre ha dedicado al tema un seminario que ha analizado la sociedad tailandesa y el modo de promover la familia.
La guía pastoral distribuida estos días presenta algunos aspectos teológicos y canónicos sobre la familia cristiana: la familia, imagen de la Trinidad, alimentada por la oración en común y por la lectura de la Palabra de Dios.
El texto indica también que las comunidades parroquiales deben proporcionar a los fieles un programa de catequesis, promover momentos de oración colectivos en los que se compartan también experiencias personales, promover el diálogo entre ancianos y jóvenes, abuelos y nietos.
Por su parte, los sacerdotes o responsables de comunidades deben visitar más a las familias para construir con éstas una relación más sólida.
A nivel diocesano, se requerirá mucha experiencia a los sacerdotes responsables de la labor pastoral, que se considera de máxima importancia, también por la amarga situación que atraviesa la familia tailandesa a nivel nacional.
Entre las dificultades que las familias tailandesas deben afrontar aparece, con fuerza creciente en la última década, el divorcio. La difícil situación económica que afecta sobre todo a las zonas rurales y los elevados índices de prostitución son asimismo problemas que requieren alternativas con urgencia, afirmó el purpurado.
En efecto, una cifra superior de mujeres que de hombres, la práctica de la poligamia y la pobreza son factores que hacen de la prostitución un grave problema en la sociedad tailandesa.
Además, la pobreza y la ignorancia, de especial incidencia en áreas rurales, lleva a los padres a vender a sus propios hijos, aún adolescentes, a círculos de prostitución, a veces por menos de 200 dólares.
Por otro lado, las estadísticas del ministerio tailandés del Interior revelan el crecimiento anual del porcentaje de divorcios: 1993 (9.6 %), 1994 (11%), 1995 (11.37%), 1996 (12.98%), 1997 (15.71%), 1998 (20.8 %), 1999 (17.32%), 2000 (21.01%), 2001 (23.4%). En 1993 se celebraron 484.569 matrimonios; en 2001 fueron 324.661. Estas estadísticas excluyen a las parejas de hecho.