CIUDAD DE GUATEMALA, domingo, 1 febrero 2004 (ZENIT.org).- Publicamos el mensaje de la Conferencia Episcopal de Guatemala publicado con el título «¡Urge la solidaridad y la justicia!» al concluir su Asamblea Plenaria Anual. En el encuentro episcopal ha sido elegido como presidente de la Conferencia el cardenal Rodolfo Quezada Toruño.


¡URGE LA SOLIDARIDAD Y LA JUSTICIA!

Mensaje de la Conferencia Episcopal de Guatemala

al Pueblo de Dios
y a los hombres y mujeres de buena voluntad.





Al finalizar nuestra Asamblea Plenaria Anual, los Obispos de Guatemala nos dirigimos a Ustedes en el cumplimiento de nuestra misión pastoral de orientar al Pueblo de Dios en el nombre de Jesucristo, Buen Pastor (cfr Jn 10, 2ss) así como de ser para el mundo instrumentos de la esperanza y de la verdad ( ).



1. El compromiso urgente de la población y de las nuevas autoridades
en la construcción de una Guatemala distinta
“Que no busque cada uno su propio interés, sino el de los demás”
(cfr Fil 2, 5)




Ante todo, comprobamos en nuestros días un ambiente de expectativa y de justa esperanza ante el reciente inicio de un nuevo Gobierno para el país. Ciertamente, es nuestro deber señalar que la nueva gestión social encontrará urgencias que la Iglesia, sin proponer soluciones técnicas o científicas, evidencia como contrarias al plan de Dios para el mundo: pobreza generalizada, inseguridad y temor en la convivencia social, retrocesos en la instauración del estado de derecho, pérdida de aprecio por la dignidad de la persona e irrespeto a la vida. Por todo ello, interpretando el sentimiento de expectativa de la población, demandamos a las nuevas autoridades: detener con todas sus fuerzas el avance de la corrupción administrativa y la impunidad, afianzar la transparencia en la gestión pública, privilegiar la búsqueda del bien común sobre intereses de grupos sociales o partidos, fortalecer la defensa a los derechos humanos y promover la dignidad de la persona humana. Les pedimos responder a las esperanzas del pueblo, mediante acciones audaces y decididas destinadas a superar el pasado de violencia, de confrontación y de marcadas desigualdades sociales. Trabajar, en fin, por una “Guatemala distinta” fruto del empeño responsable de todos.



2. El camino de la justicia y la solidaridad
“Si alguno tiene bienes y se cierra ante su hermano, Dios no está con él” (cfr 1 Jn 3, 17)




Proponemos por ello, tanto a las autoridades elegidas como a la conciencia de todos los guatemaltecos los caminos de la justicia y de la solidaridad como vías por las cuales encauzar desde hoy el futuro de la Nación. Justicia hacia las víctimas de la impunidad y de la inseguridad, y solidaridad hacia quienes sufren el ambiente de una pobreza generalizada. La Guatemala de nuestros días, requieren el empeño de todos en el descubrir en cada guatemalteco al hermano sin cuyo bienestar integral, físico y espiritual, no es posible vivir con la conciencia tranquila. Ambas realidades constituyen un solo camino de reconciliación y paz, que a su vez implica promover la educación ( ) de todos en lo que concierne a su logro: ante todo, respeto al derecho y dignidad de la persona humana, pero igualmente la capacitación educativa para hacer frente a los desafíos socio-económicos que de modo inminente enfrentará el país, entre otros, los retos del Tratado del Libre Comercio centroamericano.



3. Al servicio del Evangelio de la Vida
“He venido para que tengan vida en abundancia” (Jn 10,10)



Como respuesta ante el Segundo Congreso Americano Misionero (CAM 2) celebrado en la última semana de noviembre de 2003, proponemos a todos renovar el compromiso con el Evangelio de la Vida: Tanto amó Dios al mundo, que le envió a su Hijo para que todo el que crea en él tenga vida eterna (cfr Jn 3, 16). Un compromiso constante con la misión para invitar a todos a la fe cristiana. Una fe que a su vez tiene en nuestra tierra muchos testigos, que incluso han llegado hasta la entrega de la propia vida. Una fe unida a la vida y que enfrenta con esperanza la tarea de aproximarse y levantar a todo ser humano golpeado en el cuerpo o en el espíritu, a semejanza de Cristo, el Buen Samaritano (cfr Lc 10, 29-37). Invitamos a las diversas comunidades cristianas, a los catequistas, a los movimientos laicales, a los párrocos, a las comunidades de vida consagrada a unirse a este compromiso. Invitamos también a quienes compartiendo la fe en el Hijo de Dios reconocen en su corazón el peligro de un culto vacío, pues el verdadero culto a Dios supone encontrarle presente especialmente en los más necesitados: Tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber (cfr Mt 25,35).


4. Llamados a servir según el ejemplo de Cristo
“El amor de Cristo nos empuja” (2 Cor 5, 14)


Al final de esta Asamblea Plenaria Anual 2004, la Conferencia Episcopal ha elegido o confirmado en sus servicios, tanto a los miembros del Consejo Permanente como a los Presidentes de las Comisiones de Pastoral. En todo queremos servir al Pueblo de Dios y a todos los guatemaltecos promoviendo desde la Evangelización aquel “encuentro con el Señor” que es siempre fuente de alegría y de solidaridad porque es también un encuentro con el prójimo (cfr Lc 19, 2ss). Queriendo ser fieles al Evangelio de Jesucristo, y siguiendo la petición del Papa Juan Pablo II, hemos participado en la Celebración ecuménica para orar por la unidad de las iglesias cristianas, con ocasión de la Semana por la Unidad de los Cristianos. Con la Santísima Virgen María damos gracias a Dios por la comunión en las decisiones de la Conferencia Episcopal y a ella le encomendamos el futuro de la tierra guatemalteca, de la cual es Reina y Abogada ante el Padre, Hijo y Espíritu Santo, único Dios y Señor de la Historia (cfr Ap 4, 1ss).



Guatemala de la Asunción, 30 de Enero de 2004.




(1) Cfr JUAN PABLO II, Exhortación apostólica Pastores Gregis, sobre la identidad y misión de los Obispos en la Iglesia y en el mundo.


(2) Cfr. Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz del Papa Juan Pablo II, del 1° de enero de 2004.

+ Rodolfo Cardenal Quezada Toruño
Arzobispo de Guatemala
Presidente de la Conferencia Episcopal de Guatemala


+ Víctor Hugo Palma Paúl
Obispo Coadjutor de Escuintla
Secretario General de la CEG