La firma con la petición fue entregada por el arzobispo Giovanni Lajolo, secretario vaticano para las Relaciones con los Estados, al embajador de Grecia ante la Santa Sede, Christos Botzios.

El representante papal entregó asimismo un llamamiento escrito en el que Juan Pablo II afirma: «Que la aproximación de los Juegos Olímpicos pueda ser la ocasión de una nueva experiencia de fraternidad para que se pueda superar el odio, acercando a los hombres y a los pueblos».

«Con este motivo, dirijo un llamamiento desde lo profundo del alma a favor de una tregua permanente de cualquier forma de violencia para que el espíritu pacífico y la competición leal, que tenían en su mente los fundadores de los Juegos Olímpicos, se pueda difundir a todos los sectores de la sociedad y a todo continente», escribe el Santo Padre.