CIUDAD DEL VATICANO, martes, 3 febrero 2004 (ZENIT.org).- El estudio, la oración, así como los sacramentos de la Penitencia y de la Eucaristía, son el secreto de una vida santa, afirmó Juan Pablo II este martes al encontrarse con los seminaristas del Seminario Mayor de Viena.
En su encuentro con los futuros sacerdotes, quienes vinieron al Vaticano acompañados por el cardenal Christoph Schönborn, arzobispo de la capital austriaca, el Papa les dejó hablando en alemán algunos consejos personales de su experiencia de sacerdote y de superior de sacerdotes.
«El estudio y la oración, la regular recepción del sacramento de la Penitencia y la fervorosa participación en el Sacrificio eucarístico son medios indispensables en el camino hacia la santidad», afirmó el Santo Padre.
Según el pontífice, el Seminario debería ser «en cierto sentido, continuación en la Iglesia de la comunidad apostólica, reunida en torno a Jesús».
«Vuestra amistad en Cristo, el Señor de vuestra preciosa vocación, y vuestra disponibilidad para seguirlo» «deben profundizarse constantemente», subrayó.
Por eso, concluyó su intervención invitando a los seminaristas «a dar cada día una respuesta personal a la pregunta decisiva planteada por Cristo: «¿Me amas?»».
El deseo más profundo para sus huéspedes fue que, una vez ordenados sacerdotes, puedan seguir la llamada de Cristo «entregándole totalmente su propia vida».