PARÍS, jueves, 12 febrero 2004 (ZENIT.org–Avvenire).- Casi ocho años después, la sección antiterrorista del Tribunal de París ha abierto una investigación para arrojar luz sobre el asesinato de los siete monjes trapenses de nacionalidad francesa secuestrados en marzo de 1996 del monasterio de Nuestra Señora del Atlas en Tibhirine (Argelia) tras la irrupción de un comando armado formado por una veintena de hombres.
El secuestro fue reivindicado al mes por el jefe de los «Grupos islámicos armados» (GIA), Djamel Zitouni, en un comunicado en el que proponía a Francia un intercambio de prisioneros
Un segundo comunicado de los GIA, otro mes después, anunciaba la muerte de los monjes. Ocurrió el 21 de mayo de 1996. Habían sido decapitados.
En estos últimos años numerosos testimonios han añadido más sospechas sobre el crimen. Por ejemplo, la participación, aún sólo indirecta, de los servicios secretos de Argel ha sido denunciada más de una vez por antiguos militares o agentes secretos.
El ansia de verdad, ante todo por parte de los familiares de los monjes, ha encontrado respuesta: un juez especializado en la lucha antiterrorista será designado en breve plazo para llevar a cabo las investigaciones.