MÉXICO, viernes, 13 febrero 2004 (ZENIT.org).- La Conferencia del Episcopado Mexicano ha constatado la diferencia en el trato que ha sufrido el cardenal de Guadalajara tras ser absuelto de todo cargo al final de una investigación de la Procuraduría General de la República.
Un comunicado emitido este jueves por el organismo episcopal deplora «que haya habido una diferencia en el tratamiento del caso, ya que, filtrada la información y publicada por los medios de comunicación fue el señor procurador quien hizo el anuncio oficial, sin duda por la importancia del suceso de que se haría la indagatoria; mientras que, al concluir la investigación, el anuncio público del resultado fue dado a conocer por uno de los subprocuradores».
La Procuraduría, recuerda la nota episcopal, hizo pública el 26 de diciembre pasado la exoneración del cardenal Juan Sandoval Íñiguez, arzobispo de Guadalajara, y demás acusados, como resultado de la investigación que tuvo origen en una denuncia por supuestos nexos con el narcotráfico y lavado de dinero.
Al constatar estos hechos, el Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal ha decidido hacer pública la constatación de esta injusticia.
«Nos alegra y satisface que, después de una rigurosa indagatoria, se haya comprobado la inocencia del señor cardenal Juan Sandoval Iñiguez y que haya quedado patente lo que era nuestra convicción y que siempre afirmamos: su total honestidad».
En relación a la forma en que ha procedido la Procuraduría, los prelados lamentan «la grave falta de discreción cometida durante el proceso de investigación, debido a la cual se hizo del conocimiento público la denuncia presentada y la investigación en marcha, propiciando un escándalo en contra de la honorabilidad del señor cardenal y coacusados».
Medios de comunicación social en México dejaron espacio a acusaciones contra al antiguo Procurador General de la República, Jorge Carpizo, de haber orquestado acusaciones falsas contra el purpurado mexicano. La Procuraduría, de hecho, reconoció que la investigación contra el cardenal la abrió por una denuncia del mismo Carpizo, presentada el 8 de julio pasado.
Fuentes cercanas a la defensa del cardenal atribuyeron, tras declararse su inocencia, la denuncia a la manera en que el ex procurador concluyó las investigaciones sobre el asesinato, en 1993, del anterior arzobispo de Guadalajara, el cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo.
El ex procurador Carpizo llegó a la conclusión de que el cardenal Posadas fue asesinado por una confusión durante un enfrentamiento entre narcotraficantes en el estacionamiento del aeropuerto de Guadalajara, mientras que el cardenal Sandoval afirma que se trató de un crimen premeditado.
El comunicado episcopal, firmado por monseñor José Guadalupe Martín Rábago, obispo de León y presidente de la Conferencia, y por monseñor Carlos Aguiar Retes, obispo de Texcoco y secretario general del episcopado, concluye asegurando su «voluntad y propósito firme de continuar pidiendo la investigación para el esclarecimiento sobre el asesinato del cardenal Posadas Ocampo, hasta llegar a un resultado acorde a la verdad y a la justicia».