Según confirma este viernes la asociación católica internacional, ya ha editado 95.000 ejemplares en holandés, inglés, francés, alemán, italiano, portugués y español.
El padre Joaquín Alliende-Luco, asistente eclesiástico internacional de «Ayuda a la Iglesia Necesitada» ha redactado los textos inspirándose en las Sagradas Escrituras, la liturgia y la tradición de la Iglesia.
También se ha centrado en el testimonio espiritual del padre Werenfried van Straaten (1913-2003), que exhortó a todos los cristianos a rezar el «Via Crucis» junto a los mártires de la Iglesia de Cristo. De hecho, el fundador de «AIN» fue amigo y defensor de numerosos mártires del siglo XX.
Cada una de las estaciones del «Via Crucis» se inicia con una cita del Evangelio, contiene una meditación sobre la voluntad de Dios y finaliza con una breve oración de intercesión.
El texto ha sido realzado con el estilo medieval de las ilustraciones de la artista suiza Bradi Barth.
El conjunto de la obra ha sido concebido como una oración polifónica: un diálogo, el silencio de cada persona frente a Dios y el coro orante de todos los creyentes.
«Ayuda a la Iglesia Necesitada» es una asociación dependiente de la Santa Sede que hoy cuenta con filiales en diecisiete países. El padre Werenfried van Straaten la fundó en 1947 para sostener a la Iglesia allí donde tuviera dificultades en su misión a causa de la falta de libertad religiosa o de medios económicos.
En la sede internacional ubicada en Königstein (Alemania) se tramitan anualmente una media de diez mil proyectos presentados por sacerdotes, religiosos y obispos de más de 130 países del mundo.
