La declaración del prelado se produjo al día siguiente de que Kathleen Sebelius, gobernadora de Kansas, pronunciara un discurso en la Universidad de St. Mary en Leavenworth.
Aunque se define católica, Kathleen Sebelius apoya el derecho al aborto. La intervención de la gobernadora en dicha universidad suscitó las críticas del movimiento pro-vida.
En su comunicado, monseñor Keleher constata: «En nuestro país, la legalización del aborto ha impedido a 40 millones de niños nacer en los últimos 31 años».
«Es por lo tanto imperativo –prosigue— que nuestras iglesias, escuelas e instituciones católicas realicen todo esfuerzo no sólo para sostener el movimiento a favor de la vida, sino que actúen de forma que la gente comprenda nuestro punto de vista, que es inequívoco».
Por ello, monseñor Keleher pide que ninguno de los que respalden el derecho al aborto sea invitado «a pronunciar intervenciones, discursos o presentaciones en las instituciones católicas de la archidiócesis de Kansas City».
«Debemos apoyar de manera clara el Evangelio de la vida», concluye.