CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 25 febrero 2004 (ZENIT.org).- «Autocrítica y lucha contra estereotipos y generalizaciones» fue la sugerencia conclusiva de la reunión entre representantes vaticanos y musulmanes reunidos este martes en el Instituto Pontificio para Estudios Árabes e Islámicos (PISAI).
«Las personas religiosas tienen que estar más atentas a no generalizar», aconsejó el presidente del Comité por parte musulmana, el jeque Fawzi Fadel al-Zafzaf, presidente del Comité permanente de Al-Azhar para el Dialogo con las Religiones Monoteístas.
«Necesitamos la ayuda de los medios de comunicación para no simplificar y dar presentaciones serias de las otras religiones», instó el arzobispo inglés Michael Fitzgerald a los presentes a la reunión, en la que fueron invitados periodistas de varios medios internacionales, entre ellos Zenit.
En la presentación a la sesión de trabajo, el presidente del PISAI, Justo Lacunza Balda, subrayó que «para el diálogo se necesitan palabras sin violencia y diálogo sin acusaciones», y se congratuló que el Comité hubiera escogido para su sesión pública la sede del instituto «que desde hace más de cincuenta años forma a personas para el diálogo entre cristianos y musulmanes».
La sesión pública de trabajo entre el Consejo del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso y el Comité permanente de Al-Azhar para el Diálogo con las Religiones Monoteístas constó de cuatro intervenciones.
Dos de los ponentes fueron católicos, –monseñor Fitzgerald, presidente del Consejo; y el doctor Youssef Kamal El-Hage, profesor en la Universidad de Notre Dame del Líbano y consultor del mismo Consejo–. Los otros dos fueron musulmanes: Fawzi Al-Zafzad, presidente del Comité Permanente de Al-Azhar; y el doctor Ali El-Samman, vicepresidente del Comité permanente de Al-Azhar y miembro de la Asociación del Dialogo Islámico-cristiano.
Monseñor Fitzgerald hizo un repaso histórico del Comité, que si bien surgió con un acuerdo oficial en el 1998, ya se estaba gestando desde 1994.
Yussef Kamal El-Hage lamentó que «la autocrítica está ausente entre cristianos y musulmanes y es un obstáculo real para el diálogo». Por otra parte, recordó los momentos más significativos del magisterio sobre el islam, empezando por la declaración del Concilio Vaticano II «Nostra Aetate» de 1965.
El número 3 de la declaración, dedicada a la religión musulmana, comienza afirmando que « La Iglesia mira también con aprecio a los musulmanes que adoran al único Dios, viviente y subsistente, misericordioso y todo poderoso, Creador del cielo y de la tierra».
El profesor subrayó la especial dedicación de Juan Pablo II hacia el islam.
El presidente del Comité permanente de Al-Azhar para el Diálogo con las Religiones Monoteístas, el jeque Fawzi Al-Zafzad , dijo en árabe que «es necesario distinguir entre las fuentes de las religiones y las conductas particulares de sus seguidores».
Entre los asistentes también estaban el arzobispo Pier Luigi Celata, secretario del Consejo Pontifico para el Diálogo Interreligioso y monseñor Khaled Akasheh , jefe de la sección musulmana de ese organismo vaticano, así como estudiantes del PISAI.
Por parte musulmana estaban, entre otros, Mostafa Boroujerdi, embajador de la Republica Islámica de Irán, M. Abdulhafed Gaddur, embajador de la Republica Islámica de Libia, y Abd Al Wahid Pallavicini, presidente de la Comunidad Religiosa Islámica Italiana (COREIS).