En un telegrama, enviado por el cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado vaticano, al arzobispo Antonio Sozzo, nuncio apostólico en Marruecos, el Papa «se une en la oración a su dolor» a todo el pueblo marroquí.
Asimismo, «pide al Todopoderoso que acoja en su reino a las víctimas y dé consuelo y valor a los heridos, a sus familiares y a todos cuantos participan en las operaciones de socorro, esperando que la solidaridad alivie el dolor de estos hermanos y hermanas nuestros».
El terremoto, de magnitud 6,3 en la escala de Richter, ocurrido el martes a 10 kilómetros al sur de la ciudad de Alhucemas, ha causado por el momento un total de 564 muertos y 300 heridos, según el último balance provisional.