BUJUMBURA, viernes, 22 abril 2004 (ZENIT.org).- Todos los obispos de Burundi acudieron el miércoles por la tarde a recibir en la capital, Bujumbura, al nuevo nuncio apostólico en el país africano, monseñor Paul Richard Gallagher, representante del Papa en sustitución de monseñor Michael Aidan Courtney, asesinado el pasado 29 de diciembre en circunstancias aún pendientes de aclarar.
Fuentes de la agencia misionera «Misna» describen que monseñor Gallagher fue acogido de forma festiva en el aeropuerto de Bujumbura, si bien la noticia de su llegada no había sido hecha pública.
A pesar de las garantías del gobierno y de la petición de la comunidad eclesial de Burundi, aún no ha sido formada una comisión de investigación oficial para arrojar luz sobre la muerte de monseñor Courtney, asesinado el 29 de diciembre de 2003 en una emboscada en la zona de Minago, a unos 50 kilómetros de la capital.
Por primera vez, el nombre de un representante pontificio se tuvo que añadir a la lista de los que habían dado su vida por el Evangelio. El arzobispo irlandés, de 58 años de edad, fue un gran promotor de la paz en medio de la guerra civil.
El pasado 22 de enero, Juan Pablo II nombró en su lugar a monseñor Gallagher, originario de Liverpool (Gran Bretaña), de 50 años de edad, elevándolo a la sede titular de Hodelm con dignidad de arzobispo.
Sacerdote desde 1977, monseñor Gallagher entró en el servicio diplomático de la Santa Sede en 1984. Prestó servicio en las nunciaturas apostólicas de Tanzania, Uruguay y Filipinas, así como en la sección de relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado.
También fue nombrado enviado especial con funciones de observador permanente ante el Consejo de Europa en Estrasburgo el 15 de julio del 2000 –puesto que también había desempeñado el desaparecido arzobispo Courtney desde 1995–.
