El precursor del actual Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, fue el Secretariado para los no Cristianos, instituido por Pablo VI en 1964 para promover estudios adecuados y favorecer relaciones amistosas con los seguidores de las religiones no cristianas.
En sus aspectos doctrinales y prácticos, este Secretariado respondía en gran medida a las ideas expresadas en la Declaración conciliar «Nostra aetate» de 1965. Cuando Juan Pablo II cambió su nombre a Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso en 1988, señaló que el objetivo de este dicasterio de la Curia Romana era promover y regular las relaciones con miembros y grupos de religiones que no están incluidas bajo el nombre de cristianas y con aquellos que, de alguna manera, muestran un sentido religioso.
El actual presidente del Consejo es el arzobispo británico Michael Louis Fitzgerald, Misionero de África. Es también el presidente de la Comisión para las Relaciones Religiosas con los Musulmanes. Su objetivo es estimular las relaciones religiosas entre musulmanes y católicos.
El Consejo cuenta con 46 Miembros, 40 Consultores y un equipo de 8 personas.
Los oficiales del consejo y el personal viajan a menudo para participar en encuentros y en conferencias internacionales con representantes de Iglesias cristianas y no cristianas y también reciben a personalidades en sus oficinas vaticanas.
Mantienen frecuentes contactos con el mundo del islam, del budismo y del hinduismo. Todos los años envía un mensaje a los musulmanes al final del período de ayuno del Ramadán, a los budistas con motivo del Vesakh, y a los hindúes con motivo de la festividad del Diwali, firmados por el arzobispo Fitzgerald.
El Consejo también estudia las sectas y los nuevos movimientos religiosos y participa en reuniones con miembros de otras denominaciones cristianas para tratar estos temas. En colaboración con el Consejo Pontificio de la Cultura ha publicado el documento «Jesucristo, portador de agua viva. Una reflexión cristiana sobre la Nueva Era».
El Consejo ha creado la Fundación «Nostra aetate-Becas de Estudio» con el fin de ofrecer ayuda a estudiosos de otras religiones que deseen profundizar su conocimiento sobre el cristianismo para aplicarlo después en la enseñanza, y a otras actividades relacionadas con el diálogo interreligioso.
Con motivo de cuadragésimo aniversario del Consejo, el grupo musical «Gen Rosso», surgido en el seno del Movimiento de los Focolares, presentará el concierto «Quiero despertar a la aurora», basado en los Salmos. El acontecimiento tendrá lugar en el Aula Pablo VI del Vaticano, el 18 de mayo, cumpleaños de Juan Pablo II.
«Cuarenta años en la vida de un dicasterio es relativamente poco tiempo, pero constituye ciertamente una ocasión para elevar nuestros corazones en acción de gracias al Señor por todos los beneficios que la Iglesia ha recibido a través del apostolado del diálogo interreligioso», afirma un comunicado del Consejo Pontificio.