El prelado llega a esta conclusión después de haber participado en la Asamblea General de Directores Nacionales de las OMP de todo el mundo celebrada del 6 al 14 de mayo, en Roma.
Monseñor Pérez González, que fue recibido junto a los 120 directores de OMP por Juan Pablo II, comentó a Veritas su impresión al ver al Santo Padre: «lo noté con la voz más debilitada, pero con el espíritu y los ojos más vivos».
«Además de recibir su bendición y de escuchar su agradecimiento por lo que hacemos por los misioneros, me arrodillé a los pies del sucesor de Pedro y salí con mi fe fortalecida al recordar la frase de Jesús en el Evangelio: tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia», añadió.
Monseñor Pérez González, que ha adelantado un día su regreso a España para acompañar en su calidad de arzobispo castrense a un grupo de militares en peregrinación a Lourdes, ha explicado a su regreso de la Asamblea que «una de las Iglesias más necesitadas en este momento es la de China».
Uno de los objetivos de la Asamblea era precisamente examinar las peticiones de ayuda que llegan a las OMP de todo el mundo, y que son tenidas en cuenta para distribuir los fondos recogidos durante todo el año por las cuatro instituciones que componen las OMP (Obra Pontificia de Propagación de la Fe, Obra Pontificia de la Santa Infancia, Obra Pontificia de San Pedro Apóstol y Obra Pontificia de la Unión Misionera).
Según monseñor Pérez González «las iglesias más necesitadas son las de África, América y Asia, especialmente China; el Papa ha pedido que miremos a Asia, y no sólo a sus necesidades materiales sino a la formación de la juventud».
El director de OMP en España dice que hay que crear la conciencia de que «los que tenemos más tenemos que ayudar a los que tienen menos, ayudar por ejemplo a África, que se desangra, ayudar a las muchas necesidades de la Iglesia».
Según el prelado, la Asamblea de Roma, en la que «se ha reflexionado sobre la puesta a punto de los estatutos de las OMP», ha servido también para «admirar la fuerza del Espíritu Santo en nosotros: todos los años se abren más de 20 nuevas diócesis en el mundo, y desde los años 60 las vocaciones siguen creciendo a nivel mundial, justamente porque surgen nuevas iglesias diocesanas».
