CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 23 mayo 2004 (ZENIT.org).- Publicamos la intervención de Juan Pablo II antes de rezar a mediodía de este domingo la oración mariana del «Regina Caeli» junto a varios miles de peregrinos congregados en la plaza de San Pedro del Vaticano.
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1. En Italia y en otros países se celebra hoy la solemnidad litúrgica de la Ascensión del Señor, que revela cómo la humanidad, asumida y redimida por Cristo, ha sido por Él elevada a la plena comunión con Dios.
Este mismo domingo se celebra la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. A los trabajadores de este vasto sector mira la Iglesia con atención y simpatía, y desea instaurar con ellos un diálogo franco y abierto, para alentar el compromiso a favor del auténtico progreso de la humanidad.
2. Este año el tema sobre el que estamos invitados a reflexionar es: «Los medios en la familia: un riesgo y una riqueza». Gracias a las modernas tecnologías, muchos núcleos familiares pueden acceder directamente a los vastos recursos de la comunicación y de la información, y obtener de ellos ocasión de educación, de enriquecimiento y de crecimiento espiritual. Los medios de comunicación pueden sin embargo ocasionar grave daño a la familia cuando presentan una visión inadecuada o hasta distorsionada de la vida, de la familia misma, de la religión y de la moral.
Es necesario, por lo tanto, aprender a usarlos con sabiduría y prudencia. Es un deber que concierne sobre todo a los padres, responsables de una educación sana y equilibrada de los hijos. Es tarea que igualmente compete a las instituciones públicas, llamadas a poner en marcha procedimientos y reglamentaciones capaces de asegurar que los medios de comunicación social sean siempre respetuosos de la verdad y del bien común.
3. En estos días, que preceden Pentecostés, invocamos a María el don del Espíritu Santo para que ayude a cuantos trabajan en el sector de la comunicación social a desempeñar su labor con auténtico impulso apostólico.
[Traducción del original italiano realizada por Zenit]