México: Once años después, sigue sin aclararse el asesinato del cardenal Posadas

MÉXICO, lunes, 24 mayo 2004 (ZENIT.org).- Este lunes cumplieron once años del asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, arzobispo de Guadalajara, en el aeropuerto internacional de la ciudad de esa ciudad, y la jerarquía episcopal del país aún no está satisfecha con el resultado que han arrojado las investigaciones que, durante tres regímenes políticos se han venido llevando a cabo.

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Según lo dicho, en entrevista con los medios de comunicación al término de su homilía dominical, el cardenal Norberto Rivera Carrera, como los miembros del episcopado mexicano, sigue conservando la esperanza de que se clarifique el asesinato en el que perdieron la vida el cardenal Posadas y seis personas más

En opinión del purpurado hay, todavía, esperanza, de que se llegue a la verdad. A su regreso de Roma, donde participó en la celebración del cumpleaños del Papa Juan Pablo ll, el cardenal Rivera subrayó que «es importante, no solamente para la Iglesia, es importante para la historia de México que se llegue a conocer la verdad».

«Tenemos esperanza que con esta Comisión que se ha formado en el Congreso, se revise todo el proceso y se esclarezcan algunas cosas que todavía tienen un grande interrogante ahí»¸ confesó el cardenal Rivera.

La Comisión a la que se refería el prelado es una Comisión Especial que tiene desde mayo y hasta el mes de diciembre de 2004 para citar, nuevamente, a testigos, reencauzar el juicio e investigar todas las anomalías que se hayan planteado alrededor de este crimen al que algunos miembros del episcopado han dado características de crimen «de Estado».

El propio cardenal Rivera Carrera resumió la opinión de los obispos mexicanos al decir que «desde un principio se borraron evidencias, tenemos la sensación de que aquello fue intencional; yo no tengo ninguna prueba, pero hay muchos elementos que así lo indican. Esperamos, por eso, que el caso se clarifique en un futuro».

Las dos tesis que se han manejado tienen que ver, una, con la confusión y otra con el complot. La tesis de la confusión, esgrimida por el gobierno en turno en 1994, y todavía no suficientemente desmentida, indica que el cardenal Posadas fue víctima del fuego cruzado entre dos bandas enfrentadas de narcotraficantes.

Por el lado del complot, que ha sido defendido por el cardenal Juan Sandoval Iñiguez, sucesor de Posadas en Guadalajara, indica que hubo una fusión de fuerzas estatales para acallar al cardenal, dueño de presuntas revelaciones que involucraban altos funcionarios de la administración local y federal.

Ante la pregunta sobre si pensaba que el asesinato de Posadas fue un complot, el cardenal Norberto Rivera expresó que no podía dar una respuesta, aunque aseguró que se puede decir que «aquello fue programado con tiempo».

El primado de México pidió al pueblo católico «esperar las investigaciones» de la Comisión especial para saber si el país se acerca a la verdad o ésta sigue tan alejada como hace once años.

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ZENIT Staff

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