La misión e importancia de la familia centra la reflexión de la Iglesia en Asia

Concluye la VIII Asamblea Plenaria de la Federación de las Conferencias Episcopales asiáticas

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DAEJEON, martes, 24 agosto 2004 (ZENIT.orgAvvenire).- Un fuerte llamamiento para la defensa y la promoción de los valores de la familia ha resonado en la VIII Asamblea Plenaria de las Conferencias Episcopales asiáticas (FABC) celebrada del 17 al 23 de agosto en Daejon, Corea del Sur.

«La familia asiática hacia una cultura de la vida» es el lema que ha convocado a 189 delegados y enviados –entre ellos 92 obispos, de los que 6 son cardenales— y un centenar más de participantes entre sacerdotes, religiosos y laicos.

La cita de la Iglesia en Asia ha contado también con la presencia de dos representantes vaticanos: el cardenal Stephen Fumio Hamao –presidente del Consejo Pontificio para los Emigrantes— y el arzobispo Robert Sarah, secretario de la Congregación vaticana para la Evangelización de los Pueblos.

Fue monseñor Sarah, en la apertura de los trabajos, quien reconoció ante los pastores asiáticos que «la familia debe ser considerada el punto de partida de toda experiencia humana y cristiana».

«Justamente en las casas, en las familias, aprendemos a hablar de Dios, de Cristo y del Espíritu –reconoció el prelado guineano–. Sin las familias la fe y los valores morales no tienen raíces».

Igualmente subrayó la importancia de preservar los valores tradicionales del matrimonio y de la familia a partir de las experiencias y de las culturas de los pueblos de África y de Asia. De hecho, se trata de un patrimonio que en occidente está viviendo una fuerte crisis, en su opinión.

En los países industrializados, en efecto, «los legisladores ignoran lo esencial que es la unidad de la familia para el bienestar de la sociedad», advirtió el arzobispo Sarah.

Los trabajos de la Asamblea de la FABC han estado precedidos por un documento preliminar –guía y materia de debate en el encuentro y en los grupos de trabajo— en el que se subraya que para los obispos de Asia «apuntar hacia la familia» significa ante todo «promover a través» de ella «el nacimiento de una cultura de la vida».

Los prelados se orientan así a un «ministerio de acompañamiento pastoral» que sea el centro y el punto de partida de una acción eficaz. El objetivo es extender la obra de sensibilización y la implicación a todo el ámbito y a todos los núcleos domésticos partiendo de las familias cristianas.

Éstas últimas, de hecho, son las que deben cultivar una espiritualidad eclesial y sacramental que les impulse a una actitud misionera, a fin de hacerse verdaderamente portadoras de una cultura de la vida, señala el texto.

En la jornada final de la VIII Asamblea plenaria de la FABC los participantes han trabajado en el estudio del documento conclusivo, actualizado con la reciente «Carta a los obispos de la Iglesia católica sobre la colaboración del hombre y la mujer en la Iglesia y en el mundo», de la Congregación vaticana para la Doctrina de la Fe (Cf. Zenit, 31 de julio de 2004).

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ZENIT Staff

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