CARACAS, miércoles, 15 septiembre 2004 (ZENIT.org).- Los obispos de las regiones de los diferentes países afectados por el conflicto colombiano han lanzado un llamamiento a sus gobiernos para que garanticen la protección integral de los derechos de los refugiados.
Prelados de Colombia, Ecuador, Panamá, Perú, y Venezuela se reunieron en Caracas para estudiar junto a sacerdotes, religiosos, religiosas, seglares y organizaciones de la sociedad civil, «Una agenda integral para la protección de las victimas del conflicto colombiano en la región».
Al final del encuentro, el 9 de septiembre, los participantes publicaron un comunicado, distribuido por la página web del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) en el que constatan «con dolor que aumenta el número de refugiados y que a pesar de los esfuerzos de la Iglesia, gobiernos, ACNUR y muchas organizaciones humanitarias, no se ha logrado satisfacer suficientemente al menos las necesidades básicas de las victimas de este conflicto».
«Somos conscientes de que la magnitud de las necesidades y el costo de las soluciones son generalmente muy superiores a la capacidad de respuesta de una sola organización, por tanto, deseamos fortalecer las alianzas que hasta ahora hemos tenido y abrir posibilidades de nuevos convenios con otras instituciones», afirman los obispos.
«Igualmente consideramos urgente impulsar el trabajo comunitario, tanto en las fronteras como en las comunidades receptoras, a las que los gobiernos y los organismos humanitarios deben apoyar, en orden a facilitar la integración de los refugiados en las comunidades de acogida», afirman en el documento.
«Exhortamos nuevamente a los gobiernos de nuestros países a que implementen políticas de Estado de conformidad a los tratados internacionales y a la Declaración de Cartagena, para que garanticen la protección integral de los derechos de los refugiados y demás víctimas del conflicto colombiano en la región».
El documento episcopal se dirige por último a sus «hermanos refugiados» para exhortarles a «mantener viva la esperanza en este momento doloroso de su vida»
«Con afecto maternal la Iglesia les seguirá acogiendo, y con caridad evangélica les acompañará en sus esfuerzos por superar tan difícil situación», aseguran..
Es la segunda reunión de estas características. El año pasado, el encuentro se celebró en Quito.