Seis años más permanecerá al frente de la congregación la religiosa, quien ha pedido ser llamada sencillamente con su nombre «porque se siente hermana entre hermanas».

Según explica un comunicado de las propias combonianas, celebrada la elección, y tras un momento de acción de gracias con el canto del «Te Deum», la Madre Brambilla se dirigió a sus hermanas de comunidad citando al fundador de la Congregación, San Daniel Comboni.

Éste, en su homilía de entrada a Jartum (Sudán) como provicario apostólico, dijo: «Quiero hacer causa común con cada uno de vosotros,... vuestro bien será el mío y vuestras penas serán las mías», una frase que la superiora general ya había pronunciado en su primera elección.

En su reconfirmación, «Madre Adele –prosigue el comunicado— se identifica con las palabras que siguen en la misma homilía y que ella hace suyas: “No ignoro la gravedad del peso que asumo, pero lo acepto en la certeza de que todas me ayudaréis a llevarlo con esperanza”».

La Madre Adele Brambilla hizo su profesión religiosa el 11 de febrero de 1973 en Erba (provincia italiana de Como). Hasta 1980 estudió en Inglaterra, donde obtuvo el diploma profesional en Enfermería.

Durante cuatro años atendió a las religiosas enfermas en Verona y luego partió a Amman (Jordania), donde trabajó en el Hospital Italiano hasta 1996, fecha en que comenzó su labor como superiora provincial.

El 5 de octubre de 1998 fue elegida undécima superiora general de las religiosas misioneras combonianas.

A las pocas semanas, el 22 de diciembre, recibió del príncipe regente Hassan, en nombre del rey Hussein de Jordania, la «Jordan Independence Medal of First Order» por 15 años de servicio a los más pobres en el Hospital de Amman.

Canonizado hace menos de un año por Juan Pablo II (Cfr. Zenit, 10 de septiembre de 2003), Daniel Comboni logró en 1872 que también las religiosas participaran directamente en la misión en África Central y fundó las Hermanas Misioneras Combonianas.

«En África una religiosa vale por tres sacerdotes en Europa», decía el célebre misionero, quien sintetizaba en «santidad y capacidad» los requisitos para ser misionera y advertía que «en África hay que estar dispuestas a muchos sacrificios, y si es necesario también al martirio».

Actualmente las misioneras combonianas son cerca de 1.700 procedentes de 33 países. Más información en www.comboni.pcn.net.