MADRID, jueves, 23 septiembre 2004 (ZENIT.org).- El secretario general del Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, ha asegurado que esta formación política mantendrá la referencia al humanismo cristiano en sus estatutos, según afirma el diputado Jorge Fernández.

Las declaraciones de Fernández, antiguo secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, ha revelado a la agencia Veritas, tienen lugar en pleno debate de preparación del Congreso de ese partido, que comienza el 1 de octubre, y en el que se ha barajado la posibilidad de retirar la mención al cristianismo.


El diputado popular revela que tanto Rajoy como Gabriel Elorriaga, coordinador del área de Formación y Estudios del PP, «quieren evitar discusiones por este punto en el congreso del partido».

El 15 de septiembre los periódicos españoles atribuían declaraciones al mismo Elorriaga y Ana Pastor, coordinadora del área de Participación y Acción Sectorial, según las cuales, en el Congreso se aprobarían unos nuevos estatutos en los que se eliminaría la mención al cristianismo.

El PP, según aquellas declaraciones, se definirá como una formación de centro reformista, «inspirada en los valores de la libertad, la democracia y el humanismo occidental».

Jorge Fernández se opone a la propuesta pues «los principios cristianos tienen mucho que ver con la concepción que se tiene de la persona».

«No es la misma concepción, la de un humanista cristiano, que la de un marxista, por ejemplo, y eso se refleja en cuestiones actuales como la eutanasia, los matrimonios entre homosexuales, etcétera», aclara.

«La filosofía que inspira el humanismo cristiano se nutre de la definición de la persona propia del cristianismo, la que concibe al hombre como titular, por derecho natural, de una serie de derechos inalienables que conforman todo el ámbito de derechos fundamentales propios de la persona, su libertad y su dignidad», subraya.

«Esta filosofía del humanismo cristiano abarca también la dimensión social del hombre y es la que ha nutrido a los partidos populares europeos desde final de la segunda guerra mundial», recuerda.

Ahora bien, señala, «la referencia al humanismo cristiano no quiere decir que el partido sea confesional o dogmático; ni la Iglesia lo pretende ni es nuestro caso. Significa sobretodo una filosofía política, que se caracteriza por una concepción del hombre y de la sociedad que es la que ha conquistado para nuestro mundo las mayores cotas de dignidad y libertad».

«De los diez millones de personas que nos votan, un 94% se declara católico», añade por último Fernández con realismo político.

Según Fernández, la idea del cambio tiene su origen en la Fundación para el Análisis y Estudios Sociales (FAES), presidida por el ex primer ministro José María Aznar.

«En la antigua internacional demócrata cristiana, se cambió la denominación por "internacional democrata de centro" y ha habido una cierta inercia, sin pensar en las consecuencias que podían derivarse», advierte.