COLOMBO, lunes, 20 septiembre 2004 (ZENIT.org).- A fin contribuir al renacimiento de la región, la congregación religiosa de los Salesianos ha destinado misioneros en las diócesis que abrazan los territorios del norte de Sri Lanka, entre los más pobres y devastados del país y habitados por mayoría de etnia tamil y grupos rebeldes que reivindican la autonomía del gobierno de Colombo.
El norte y el este de la isla fueron escenario de la guerra civil que durante más de veinte años sacudió Sri Lanka y creó pobreza, desempleo, miseria y desplazamiento de población.
En estos lugares, que –tras el «alto el fuego» firmado por las partes enfrentadas en febrero de 2002– están intentando volver a la normalidad retomando las actividades del sector económico, el comercio, los transportes, etc., también la Iglesia está ofreciendo su aportación para ayudar a la población a recomenzar, explica «Fides».
En este contexto, el nuevo superior de la provincia salesiana en Sri Lanka, Anthony Humer Pinto, ha acordado con monseñor Joseph Rayappu, obispo de Mannar, iniciar el trabajo pastoral en la parroquia de Murunkan.
Un lugar símbolo de paz y reconciliación para la comunidad católica en Sri Lanka fue el entorno elegido para la firma del acuerdo: el Santuario Nacional de Nuestra Señora de Madhu.
Y es que, durante la guerra civil, el área en torno al Santuario, considerada sagrada y respetada por las comunidades de todos los credos, fue declarada «zona franca» y por ello, en algunos momentos de enfrentamientos especialmente violentos, incluso acogió a numerosos desplazados que huían del conflicto.
El santuario de Madhu se encuentra en medio de la selva, en un área que ahora está controlada por el movimiento de liberación de «los Tigres de Tamil».
Medio siglo llevan los salesianos en Sri Lanka. Su trabajo se centra en la pastoral juvenil, en la educación y formación profesional de los jóvenes, en la recuperación de los niños de la calle y en la rehabilitación de los «niños-soldado», un fenómeno muy difundido en el país.
También promueven seminarios y encuentros en las escuelas para difundir una cultura de la paz entre los jóvenes, con la esperanza de que sepan superar prejuicios y diferencias entre las dos etnias –cingalesa y tamil— y construir una nación pacífica.
El pasado 8 de septiembre el salesiano Anthony Humer fue nombrado primer superior de los salesianos en Sri Lanka, ya que el aumento de la presencia salesiana en el país asiático ha permitido que se forme una provincia religiosa independiente que, en estos momentos, cuenta con 11 obras salesianas (colegios, casas de acogida, parroquias) y cerca de 60 salesianos.
Según apunta la delegación de comunicación social de los salesianos en Madrid (España), en la ceremonia de toma de posesión del nuevo superior salesiano, intervinieron muchos fieles y un gran número de monjes budistas, con los que la comunidad salesiana mantiene óptimas relaciones.