CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 29 septiembre 2004 (ZENIT.org).- Juan Pablo II recomendó este miércoles a los creyentes dejar que su vida sea guiada por los ángeles.
El pontífice dejó su consejo al final de la audiencia general al dirigirse en particular a los jóvenes, a los enfermos, y a los recién casados presentes en la plaza de San Pedro del Vaticano.
La fiesta de los arcángeles Miguel, Gabriel, y Rafael, que celebra la Iglesia el 29 de septiembre, y la de los ángeles custodios (2 de octubre), son oportunidades, consideró, para «pensar en la diligencia con que Dios se ocupa de cada persona humana».
«Experimentad la presencia de los ángeles junto a vosotros y dejaos guiar por ellos», recomendó por último el obispo de Roma a las 15.000 personas presentes.
Según el Catecismo de la Iglesia Católica (n. 328), la existencia de los ángeles «es una verdad de fe», basada en la Escritura y en la Tradición de la Iglesia.
«Los ángeles son servidores y mensajeros de Dios. Porque contemplan «constantemente el rostro de mi Padre que está en los cielos» (Mateo 18, 10), son «agentes de sus órdenes, atentos a la voz de su palabra» (Salmo 103, 20)», añade esta explicación del credo de la Iglesia (n. 329).
«En tanto que criaturas puramente espirituales, tienen inteligencia y voluntad: son criaturas personales e inmortales. Superan en perfección a todas las criaturas visibles», añade.
«Cada fiel tiene a su lado un ángel como protector y pastor para conducirlo a la vida», añade el catecismo citando a san Basilio.