CIUDAD DEL VATICANO, viernes, 8 octubre 2004 (ZENIT.org).- Juan Pablo no quiere que el Año de la Eucaristía esté lleno de acontecimientos especiales o novedosos, lo que busca es «acentuar la dimensión eucarística» en el camino pastoral de las Iglesias locales.
Así lo explica en la carta apostólica «Mane nobiscum Domine» («Quédate con nosotros, Señor») que publicó este viernes (por el momento sólo en italiano) con motivo de este año eucarístico que comenzará el próximo 17 de octubre, al concluir el Congreso Eucarístico Internacional de Guadalajara (México).
Esta iniciativa, que concluirá en octubre de 2005 con el sínodo de los obispos del mundo sobre la Eucaristía, según expresa el mismo Papa en su misiva, busca recuperar el sentido de la Eucaristía, en un momento que «deja entrever oscuras sombras de violencia y de sangre que no terminan de entristecernos».
Juan Pablo II invita la Iglesia a volver a la Eucaristía y a «celebrarla decorosamente», pero sobretodo a «llevarla a la vida», como afirmó en la rueda de prensa de presentación el arzobispo Domenico Sorrentino, secretario de la secretario de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.
El Santo Padre confiesa al final del documento que se sentiría satisfecho si con este año se lograran dos objetivos: valorar la celebración eucarística del domingo e intensificar la adoración.
«Si el fruto de este año fuera sólo el de reavivar en todas las comunidades cristianas la celebración de la misa dominical y de incrementar la adoración eucarística fuera de la misa, este año de gracia habría alcanzado un significativo resultado», reconoce el Papa.
El pontífice espera que su carta sirva a todos los fieles para redescubrir «el don de la Eucaristía como luz y fuerza para vuestra vida cotidiana en el mundo, en el ejercicio de las respectivas profesiones y en contacto con las situaciones más diferentes».
En particular, el Papa sugiere redescubrir la Eucaristía «para vivir plenamente la belleza y la misión de la familia».
«Por mi parte, con esta carta quiero ofrecer algunas orientaciones de fondo», confiesa el Santo Padre que firmó este jueves el documento en el que recoge algunos de los temas y preocupaciones que están marcando estos últimos años de pontificado.
Puede leerse la carta apostólica «Mane nobiscum Domine» en la sección de documentación de la página web de Zenit en la edición italiana. En los próximos días, Zenit publicará su traducción.