ROMA, martes, 26 octubre 2004 (ZENIT.org).- Nick Yarris y Ray Kron, dos ex condenados a muerte inocentes, pidieron este martes en Roma «la abolición de la pena de muerte» porque es algo «atroz» y «el hombre no tiene el derecho de decidir en lugar de Dios».
Los dos testigos, que han sumado más de treinta años en la cárcel (Yarris 23 años y Krone 10) --algunos de ellos en el corredor de la muerte--, están realizando una gira por Europa con el lema «Del corredor de la muerte a la libertad: testimoniar la inocencia». Otro condenado inocente, William Nieves, está actualmente en España con la misma misión.
En la sede de la Comunidad de San Egidio, en el barrio romano de Trastevere, los dos norteamericanos relataron su caso, explicaron su fe en Dios y pidieron a Europa que reaccione: «Necesitamos la generosidad de Europa para ver el final de la pena de muerte. Europa tiene comprensión, compasión y pasión por la dignidad humana».
Los dos testigos fueron invitados por la Comunidad de San Egidio, con motivo de la presentación a la prensa de la próxima Jornada Mundial de las Ciudades contra la Pena de Muerte, que se celebrará el 30 de noviembre, en 200 ciudades del mundo.
Entre las ciudades que se han sumado a la iniciativa en este año están Montreal (Canadá), Cuenca (España) y León (Nicaragua).
Mario Marazziti, responsable de la Comunidad de San Egidio, recordó que la moratoria contra la pena de muerte que impulsa su comunidad «ha llegado ya a cinco millones de adhesiones, incluidos muchos líderes religiosos».
«La abolición de la pena de muerte puede ser también un regalo para las familias de las víctimas, que podrían superar así el odio y la venganza».
Marizziti destacó que «un mundo sin pena de muerte es posible» y que «no hay justicia sin vida».
El llamamiento tuvo lugar este martes, 26 de octubre, día en el que estaba prevista la ejecución de Dominique Green en Texas.
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Oct 26, 2004 00:00