CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 27 octubre 2004 (ZENIT.org).- Juan Pablo II expresó este miércoles su cercanía a la población iraquí y condenó la «barbarie ciega del terrorismo».
«Todos los días rezo por la querida población iraquí, que trata de reconstruir las instituciones de su país», afirmó al final de la audiencia general ante unos 20.000 peregrinos congregados en la plaza de San Pedro del Vaticano.
«Al mismo tiempo, invito a los cristianos a seguir ofreciendo con generosidad su aportación fundamental para la reconciliación de los corazones», añadió en una audiencia que estuvo caracterizado por la lluvia.
Los cristianos se han convertido, en particular a partir del 1 de agosto en el objetivo de grupos terroristas fundamentalistas en Irak. El 16 de octubre, cinco bombas estallaron contra cinco iglesias cristianas en Bagdad.
La agencia vaticana «Fides» ha recogido los nombres y apellidos de 88 cristianos asesinados en Irak desde 10 de abril de 2003 hasta el 18 de octubre.
El obispo de Roma, que apareció en discretas condiciones de salud, expresó por último su «participación en el dolor de las familias de las víctimas y en los sufrimientos de los rehenes y de todos los inocentes que son presa de la barbarie ciega del terrorismo».
Se calcula que cientos de iraquíes y unos 20 extranjeros se encuentran secuestrados en estos momentos en Irak. Al menos 37 secuestrados extranjeros han sido asesinados en Irak en los últimos meses.
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Oct 27, 2004 00:00