MADRID, miércoles, 1 diciembre 2004 (ZENIT.org).- «Con los ojos del corazón» es el título de un libro publicado con motivo de la clausura del centenario del nacimiento de la maestra mártir de Córdoba, Victoria Díez.
Las celebraciones, que se han cerrado en la tierra natal de la joven catequista y educadora rural, beatificada en 1993 por Juan Pablo II, tuvieron como marco la ciudad de Córdoba y el centro que acoge la cripta con sus restos mortales.
El libro, concebido como una fuente documental sobre la joven beata, recopila muchas de las obras escritas sobre su figura y dispersas en numerosas publicaciones. Ha sido editado por la Cátedra de Historia de la Institución Teresiana y la Comisión del Centenario.
La actual titular de la Cátedra de Historia, María Asuncion Ortiz, presenta en este libro a Vitoria Díez como «modelo para educadores cristianos», «aliento para los laicos comprometidos con el Evangelio desde las tareas cotidianas» y «motivo de acción de gracias para la Institución Teresiana, cuyo carisma vivió de modo tan privilegiado».
En el acto de clausura, la directora de la Institución Teresiana, Loreto Ballester, propuso un acercamiento especial a figuras femeninas como santa Teresa de Jesús y la beata Victoria Díez porque «son mujeres con vida intensa, a las que Dios condujo por caminos de hondura en su encuentro con Cristo, con la realidad humana, a las que pidió desafiantes ‘salidas’, de quienes se valió para mostrar modos nuevos de seguimiento de Cristo, de relación, a las que regaló con una gran audacia» (Institución Teresiana).
«Esta beata es un ejemplo de apertura al Espíritu y de fecundidad apostólica –jo de ella Juan Pablo II, durante su beatificación en San Pedro–. Supo santificarse en su trabajo como educadora en una comunidad rural, colaborando al mismo tiempo en las actividades parroquiales, particularmente en la catequesis. La alegría que transmitía a todos era fiel reflejo de aquella entrega incondicional a Jesús, que la llevó al testimonio supremo de ofrecer su vida por la salvación de muchos».
«Tengo la impresión de que Victoria Díez es una de esas mujeres que, creciendo en el ámbito eclesial de la Institución Teresiana, y recibiendo muy directamente del fundador impulso y formación, lograron dar cuerpo al ideal de una vocación difícil, pero muy necesaria para los tiempos de hoy: la vocación del laicado maduro en la Iglesia, bien enraizado en Cristo y bien ágil para sintonizar con las urgencias de la evangelización del mundo contemporáneo, poniéndose al servicio de ellas comprometidamente», dijo en aquella ocasión el cardenal Eduardo Martínez Somalo, en un artículo publicado en L’Osservatore Romano, el 15 de octubre.
El libro está dotado también de un amplio álbum fotográfico con imágenes inéditas o menos conocidas de la joven beata, fusilada a los 32 años en Hornachuelos (pueblo de la serranía cordobesa) y nacida en Sevilla, tierra de la que transmitía la alegría y el salero con sus castañuelas y su arte pictórico, usado al servicio de la enseñanza y la evangelización.