El impacto de «La Pasión» de Mel Gibson en Hollywood

Barbara Nicolosi constata nuevas tendencias

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HOLLYWOOD, viernes, 10 diciembre 2004 (ZENIT.org).- Aunque todavía siguen dándose obras cinematográficas de mala calidad, Hollywood empieza a mostrar signos de algunos cambios positivos, como fruto del impacto de la película «La Pasión de Cristo» de Mel Gibson.

Barbara Nicolosi, directora de Act One un espacio de formación para escritores cristianos que buscan trabajar en Hollywood, ha declarado a Zenit que las películas de poca calidad se están revelando un mal negocio para Hollywood, ahora que la industria ha visto el potencial que ofrece el cine inspirado por valores cristianos.

–Los filmes recientes dan visiones positivas de casos de pedofilia, como «Birth» y «The Woodsman», cuyo director, un activista homosexual, declaró a la prensa que quería dar «un rostro benévolo a la pedofilia». ¿Considera que se da una tendencia a presentar la pedofilia como algo normal en Hollywood?

–Nicolosi: No, seguramente no. No se trata de una tendencia, gracias a Dios. Si se ha tratado de promoverla, la situación ha cambiado de manera suficiente para truncar este objetivo.

No me he obligado a ver estas plículas, estoy tratando de evitar el someterme a ellas. Pero da la impresión de que nadie ha visto estos filmes. Vienen y se van sin dejar rastro.

Quiero tener cuidado al hablar de estas películas porque así se les hace un favor. La mejor estrategia ante un producto de mala calidad, en este tipo de industria, es ignorarlo y seguir adelante. Hablar prolonga la atención sobre él.

Cuando salió «Birth», mis amigos, especialistas en mercadeo de esta industria secular, lo odiaban. Tengo un amigo relaciones públicas, y me dijo que nadie deseaba tocar el proyecto. Participa Nicole Kidman, que es un gran talento. Puede hacer cualquier cosa y se sabe que lo hará bien, pero aún así nadie quería promover la película. Lo hicieron a causa de sus socios europeos.

Algunos se preguntan por qué Kidman –que se educó como católica, tiene hijos y parece ser una «buena persona»– estaba de acuerdo con la película. Muchos de los misterios de la búsqueda de actores y de la producción de esta ciudad tienen que ver con las amistades y favores. ¿Por qué se hizo este filme desagradable? ¿Por qué una gran estrella lo protagoniza? Probablemente porque es amiga de un amigo.

–Otra película, «Three of Hearts: A Postmodern Family», representa a una «familia» de dos homosexuales varones y una mujer que conciben juntos un hijo. ¿Es Hollywood la próxima etapa del movimiento homosexual?

–Nicolosi: No, no lo creo. Se trata de un argumento que aparece en las noticias y no hemos visto antes en el cine. Por esto atrae a la industria.

Hay simpatía por las familias homosexuales en Hollywood, pero sólo da para hacer una película de vez en cuando. No se puede repetir. Ya se ha hecho. No hay muchos modos de hacerlo. Probablemente la veremos algunas veces más pero, ¿cuántas historias más podrá contar?

El secreto de esta industria consiste en encontrar nuevas ideas para contar historias, cosas que no se han visto antes. No tendría éxito contar esta historia demasiadas veces.

–¿La legalización del matrimonio de personas del mismo sexo, en algunos países, llevó a algunas producciones de Hollywood a decir que el matrimonio podría no limitarse a dos contrapartes sino a tres, cuatro o más, en diversas posibles combinaciones?

–Nicolosi: El hecho es que los medios de comunicación hacen de todo esto materia para la industria. Pero, si algo se legaliza, pierde el atractivo. La industria quiere ser de vanguardia y profética. Si algo se convierte en normal, Hollywood no sabe contarlo.

En Hollywood todo ha cambiado desde que se estrenó «La Pasión». Unas tipos de un gran estudio que han comprado los derechos de una película que suscitará controversias en el mundo cristiano se nos han dirigido a un par de nosotros de fe cristiana que trabajamos en esta industria y nos han preguntado: «¿Hay un modo para afrontar la cuestión sin perder la simpatía del público cristiano?».

La respuesta fue: «no», pero creo que estaban preocupados. Cuando llegué a Hollywood, nadie se preocupaba si una película marginaba a la audiencia cristiana. Estos dirigentes no querían que el estudio del que forman parte se ganara la reputación de ser anticristiano. Habían tenido que luchar con otros estudios para obtener los derechos de la película y deseaban producirla. Pero, si era posible, querían evitar que los cristianos les señalaran con el dedo.

Con el matrimonio homosexual sucede lo mismo. Si dejas fuera a millones de personas, es un mal negocio. Aunque la élite creativa quiera hacer la película, los empresarios del estudio dicen que no. «La Pasión» ha dejado claro que los cristianos constituyen una gran audiencia y el objetivo empresarial de Hollywood es atraerlos.

–¿Tienen las obras cinematográficas el poder de transformar la pedofilia, o un grupo de más de dos personas con relaciones homo y heterosexuales, en una «familia» normal y socialmente aceptable?

–Nicolosi: No sé si una película puede hacerlo pero la televisión sí y tiene mucho más alcance que el cine. Programa centenares de horas de modo que el espectador pueda establecer una relación con los personajes. La televisión puede influir mucho en nuestras simpatías. Pocos juzgan negativamente a un personaje con el que han crecido y al que han llegado a aceptar y amar.

La televisión normaliza. El cine todavía se ve inscrito en el mundo del arte, un mundo ficticio. La televisión entra en tu cuarto de estar, e introduce cosas que uno normalmente no permite dentro de su casa.

–¿Qué pueden hacer los cristianos para evitar que Hollywood se convierta en aliado de quienes intentan minar la familia, la sexualidad y el matrimonio tradicional?

–Nicolosi: Yo no sé si se da la intención de minar valores. En realidad, piensan que están inspirados y que están trabajando por los derechos humanos. Piensan que son gente «valiosa». Están a favor de la libertad, de la autoexpresión, del pensamiento libre. Se consideran como Martin Luther King Jr. cuando luchaba por los derechos civiles.

El mejor modo de cambiar Hollywood es que haya más gente como nosotros en esta ciudad con suficiente poder de decisión. Mientras sea así, tendremos que depender de gente diferente a nosotros.

Un filme como «Birth» debía haber sido eliminado, pero ninguno de nosotros tenía suficiente poder de decisión. Si no hay una persona allí, en estos lugares de decisión, que pueda reconocer una enfermedad, no se puede curar. No podemos creer que Hollywood sea bueno por simple naturaleza. Me sorprende cuando veo una gran película. Es maravilloso cuando hacen algo bueno.

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ZENIT Staff

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