«El Papa que proclamó la barbarie del nacional-socialismo en Auschwitz»

Habla Mario Saban, secretario de Relaciones Externas de la Confraternidad judeocristiana de Cataluña

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BARCELONA, viernes, 15 abril 2005 (ZENIT.org).- El especialista en diálogo judeocristiano, Mario Saban, enumera en esta entrevista concedida a Zenit los logros de Juan Pablo II con el judaísmo, y manifiesta que entre el judaísmo hay un interés específico por la persona de Jesús.

Saban, secretario de Relaciones Externas de la Confraternidad judeocristiana de Cataluña, es autor de «Las raíces judías del cristianismo», «El judaísmo de San Pablo» y «El sábado hebreo en el cristianismo».

–¿Que ha significado Juan Pablo II para un judío especialista en el dialogo judeocristiano como usted?

–Saban: El Papa Juan Pablo II será siempre recordado por cinco hechos fundamentales. En primer lugar fue el primer Papa que reconoció en varias oportunidades la deuda de la Iglesia con sus raíces hebreas. La importancia de este hecho esta dada porque en el Catecismo de la Iglesia Católica de 1991 podemos ver cómo se encuentra presentado positivamente el judaísmo como raíz y fundamento del cristianismo.

En segundo término, destaca la visita por primera vez en la historia desde los tiempos del primer Papa judío Simon Bar Yona (san Pedro) en que un obispo de Roma visitaba la Sinagoga de esa ciudad, como lo hizo en 1986.

El tercer acontecimiento de magnitud fue su visita al Muro Occidental del antiguo Templo de Jerusalén.

El cuarto hecho de importancia fue el reconocimiento de los errores de la Iglesia bajo la Inquisición que persiguió tan cruelmente a los judíos sobretodo en España.

Y finalmente será recordado por el judaísmo como el Papa que proclamó la barbarie del nacionalsocialismo dentro del campo de concentración de Auschwitz. Estos cinco puntos marcan indudablemente un balance muy positivo para el dialogo judeocristiano.

–¿Por que hay grupos judíos que se han resistido a aceptar los gestos de dialogo del Papa?

–Saban: Indudablemente existen dentro del judaísmo lo que yo llamaría «núcleos duros», pero lamentablemente no son exclusivos del mundo hebreo. Tanto la Iglesia católica como el Islam tienen en su seno estos núcleos duros que se oponen al diálogo. Habrá congregaciones que continúan rezando en sus misas por los «pérfidos judíos». En esa línea de «dureza teológica» se encuentran muchos grupos judíos que desconocen todo vínculo con el cristianismo. Gracias a Dios estos «grupos fundamentalistas» por suerte no componen la mayoría del pueblo judío.

–Sentirse hermano mayor en la fe de los cristianos: ¿qué significa para usted?

–Saban: El «hermano mayor» debe dar el ejemplo al hermano menor, sin embargo el «hermano mayor» no debe pretender jamás la totalidad de la herencia. Somos primogénitos, pero aceptamos compartir la herencia de Israel con nuestros hermanos cristianos. Gracias al cristianismo, no lo olvidemos, un judío ha sido el modelo de los valores fundamentales en que se basa occidente. Particularmente ser «hermano mayor» implica una alta responsabilidad.

–Jesús era judío y el Papa lo remarcó varias veces. ¿El judaísmo tiene interés en este judío universal?

–Saban: Desde hace más de quince años vengo estudiando el judaísmo de Jesús. Jesús, como judío, es hoy uno de los grandes temas de muchos historiadores judíos. Fíjese que el historiador judío húngaro Geza Vermes, por ejemplo, estudia en Oxford desde hace más de cuarenta años el judaísmo de Jesús. David Flusser (1917-2000), antiguo profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalén, también estudió toda su vida el judaísmo de Jesús. Podría citar a Jacob Neusner en los Estados Unidos, a Sanders…, y la lista sería interminable.

Como dijo Martin Buber: «Es hora de que todo el judaísmo reconozca al mas grande judío de la historia: a Jesús, nuestro hermano».

Lamentablemente existe un total desconocimiento por parte de muchos judíos del contenido judío del Nuevo Testamento y un desconocimiento total por parte de muchos cristianos del mismo asunto. Será un trabajo muy largo…, pero debemos hacerlo. Porque no tendremos un verdadero dialogo sin un conocimiento mutuo.

–¿Piensa que es posible un retroceso en las relaciones entre cristianos y judíos ahora que ha fallecido el Papa?

–Saban: No. El camino que se abrió ya no puede ser cerrado. Un retroceso en el diálogo, implicaría un retroceso general de la Iglesia y el único saldo de esa situación será un mayor debilitamiento de la Iglesia católica y una mayor fuga de sus fieles. Hoy la feligresía de todas las confesiones reclama el dialogo. Un futuro Papa que retroceda en esta materia no lo veo posible.

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ZENIT Staff

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