El organismo episcopal pide a los funcionarios que «recapaciten y comprendan que son actitudes maduras las de los que aceptan el disenso y están abiertos al diálogo, antes que la imposición autoritaria de un modelo único que nos está condenando a desaparecer como nación».
«Las autoridades Nacionales, insistiendo en su política de ignorar las recomendaciones internacionales continúan lanzando, una tras otra, campañas teóricamente de prevención de E.T.S (enfermedades de transmisión sexual) y embarazos, ahora con la cínica actitud de pretender que las mismas son para prevenir abortos», afirma el documento.
«Es importante recordar que se ha comprobado internacionalmente que las campañas de reparto de preservativos y anticonceptivos son inútiles tanto para la prevención de las ETS como para prevenir embarazos», añade.
La gran preocupación del Secretariado Nacional para la Familia es que «tales campañas evitarán sistemáticamente presentar otros modelos de vida más seguros y sanos, la promoción de la familia estable, y obviamente reconocer que un estado incapaz de sacar de la pobreza a los pobres, opta por un nuevo intento de hacerlos desaparecer evitando que procreen».