CIUDAD DEL VATICANO, lunes, 5 septiembre 2005 (ZENIT.org).- La «Federación Mundial de Asociaciones de Médicos Católicos» (FIAMC, por sus siglas en francés) se ha hecho eco en un comunicado del 3 de agosto –que reproducimos más adelante íntegramente– de la advertencia lanzada por la Organización Mundial de la Salud acerca del aumento del riesgo de padecer cáncer ligado a los contraceptivos orales.
Más de medio centenar de Asociaciones nacionales de médicos católicos forman la FIAMC (www.fiamc.org), que representa a treinta mil médicos de los cinco continentes.
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LOS CONTRACEPTIVOS ORALES AUMENTAN EL RIESGO DE ALGUNOS CÁNCERES
Conclusiones de un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS)
La Agencia Internacional de Investigación del Cáncer («International Agency for Research on Cancer») –con sede en Lyon–, agencia de la Organización Mundial de la Salud, en su comunicado de prensa del 29 de julio de 2005, informó de la publicación de una monografía sobre la posible carcinogenicidad de contraceptivos orales combinados estrógeno-progestógeno y terapia combinada estrógeno-progestógeno para la menopausia, basado en las conclusiones de un grupo internacional «ad hoc» de trabajo formado por 21 científicos de 8 países.
Anteriormente se había determinado que los contraceptivos orales combinados eran carcinogénicos para los humanos, pero sólo estaba implicado específicamente el cáncer hepático primario. El grupo de trabajo, tras una meticulosa revisión de la evidencia científica publicada, ha concluido que los contraceptivos orales combinados alteran el riesgo de varios tipos comunes de cáncer en las mujeres.
Los contraceptivos orales estrógeno-progestógeno fueron clasificados en el Grupo 1 de los agentes carcinogénicos. Esta categoría se utiliza cuando hay evidencia suficiente de carcenogenicidad en humanos.
Estas conclusiones son de enorme importancia en la salud pública, pues se estima que en el mundo más de 100 millones de mujeres –aproximadamente el 10% de las mujeres en edad reproductiva— habitualmente utilizan contraceptivos hormonales combinados. Además ha habido un uso generalizado de la terapia hormonal para la menopausia: aproximadamente 20 millones de mujeres en países desarrollados.
Para todas estas mujeres el mensaje es que el uso de contraceptivos orales incrementa el riesgo de cáncer de mama, de cuello de útero y de hígado. Al contrario, el riesgo de cáncer endometrial y ovárico ha disminuido en las mujeres que usan contraceptivos orales combinados.
En cuanto a la terapia combinada estrógeno-progestógeno para la menopausia, la OMS alerta de que aquella aumenta el riesgo de cáncer de mama y endometrio (al menos cuando los progestógenos se administran menos de diez días al mes) y de que no hay evidencia suficiente para concluir que la terapia hormonal tiene un efecto protector en ninguna ubicación del cáncer.
Los expertos de la OMS piden un análisis rigurosos para demostrar lo que puede ser, al final, el resultado neto conjunto para la salud pública del uso de contraceptivos orales. Además, cada mujer que utilice estos productos es invitada por la OMS a tratar sobre los riesgos y beneficios globales con su médico, tomando en consideración sus circunstancias personales e historial familiar de cáncer y otras enfermedades.
FIAMC invita a todos los proveedores sanitarios a considerar atentamente los resultados del estudio de la OMS, que arroja nueva luz sobre el valor profético de las encíclicas «Humanae Vitae»
de Pablo VI y «Evangelium Vitae» de Juan Pablo II, y alienta a los médicos católicos a difundir los métodos naturales de planificación familiar también en las ricas sociedades occidentales.
Gian Luigi Gigli, MD
Presidente
[Traducción realizada por Zenit. El original se podrá consultar en las próximas horas en la sección «Documents», de la edición en inglés.]
