ROMA, lunes, 19 septiembre 2005 (ZENIT.org).- El sacerdote polaco Dariusz Gronowski ha escrito una tesis doctoral sobre Marshall McLuhan, el gran teórico de la comunicación moderna, en la que trata de ilustrar la influencia que ha tenido en la Iglesia.
Gronowski es profesor de teoría general de la comunicación en la Facultad de Comunicación Social Institucional de la Universidad Pontificia del Santa Cruz a Roma y en esta conversación con Zenit profundiza en la fe de McLuhan (1911-1980), un aspecto que muchas veces se olvida del profesor de Toronto, que acuñó el término «aldea global».
Su disertación ha sido publicada con el título «El impacto de los medios sobre la Iglesia según Marshall McLuhan» («L’impatto dei Media sulla Chiesa secondo Marshall McLuhan»), Ediciones de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz.
--Se conoce a McLuhan por su afirmación de «el medio es el mensaje», pero no por su fe, que es muy profunda...
--Gronowski: En efecto, pero desafortunadamente ésta es la suerte de grandes personajes --son vistos de modo esquemático, a partir de algunos tópicos, pero no como son realmente--. Su fe, que era una fe meditada, la fe de un convertido, fue el motor de la existencia de Marshall McLuhan, modelaba e inspiraba su pensamiento y su existencia.
McLuhan, a pesar de que en muchas cuestiones tenía posiciones extremadamente originales y generalmente contra la corriente, en materia de la fe fue sorprendentemente ortodoxo, llegando a ser un verdadero ejemplo de comportamiento moral.
--¿Qué impacto tienen los medios de comunicación en la Iglesia, según McLuhan?
----Gronowski: La Iglesia desde la antigüedad está en contacto con los medios de comunicación, o más bien, con toda tecnología que tiene que ver con la comunicación, en una relación simbiótica. Desde que se confió el Evangelio al medio del alfabeto y del libro, (para McLuhan el alfabeto y el libro también son medios), se creó una relación de interdependencia con los medios de comunicación.
Todo cambio en el sistema mediático tiene un impacto en la Iglesia, al igual que en toda la cultura. Hay que recordar que McLuhan ve los medios de comunicación como el principal factor de cambio cultural. En este sentido, sin duda el más doloroso cambio fue el del siglo pasado.
El rápido desarrollo de los movimientos mediáticos electrónicos ha transformado a la Iglesia en todos los niveles: ha cambiado tanto el modo en que vive el Papa como el modo en que un niño percibe la Iglesia.
McLuhan no habla de un impacto directo, explica que los medios de comunicación cambian las condiciones en las que todo ocurre, y modifican la manera en que trabaja nuestro sistema perceptivo y la mente.
El impacto de los medios de comunicación en la Iglesia, desde el punto de vista del estudioso canadiense, es sobre todo el de haber provocado un cambio en el «telón de fondo» sobre el que tiene lugar la vida de la Iglesia. Dado que todo adquiere su sentido, según el telón de fondo, si cambiamos el telón de fondo en que vive la Iglesia, tenemos una Iglesia diferente, a pesar de que a primera vista, en su interior, todo parezca haber quedado intacto.
--El encuentro entre los medios y la Iglesia es difícil. ¿Cuál es la razón principal, desde su punto de vista?
--Gronowski: La Iglesia ve los medios de comunicación como si fueran «instrumentos» y no como «agentes». Por este motivo, la discusión sobre los medios de comunicación en la Iglesia se concentra sobre todo en dos aspectos: por una parte en la manera en que pueden ser usados para nuestros objetivos, para la evangelización etc.; y por otra parte, en el nivel ético-moral, es decir, en la manera en que debería actuar el mundo de los medios de comunicación.
Sin embargo, falta un esfuerzo real por comprender los medios de comunicación en cuanto tales, por comprender la manera en que dependemos de su existencia y de su funcionamiento.
McLuhan diría que estamos demasiado concentrados en el contenido de los medios de comunicación y no en los medios de comunicación en sí.
--¿Los medios han hecho una Iglesia más vulnerable?
--Gronowski: No exactamente. Los medios de comunicación electrónicos sólo han desvelado la vulnerabilidad y las debilidades de la Iglesia, que ya existían. El impacto de los medios de comunicación ha hecho que todos vean que la organización del siglo XIX de la Iglesia queda anticuada, que detrás de bellos rituales y sofisticadas formas con frecuencia falta una fe viva y experimentada.
Como he explicado, no se trata de un impacto directo de los medios de comunicación sobre la Iglesia, como se podría pensar a primera vista, sino más bien de la transformación de su papel en la cultura. McLuhan considera que la Iglesia durante siglos se basó en los cimientos de la cultura grecorromana, dándola por descontada. Cuando la llegada de los medios de comunicación electrónicos derritió esta base cultural, la Iglesia se ha quedado sin cimientos en una parte de su estructura.
Todo edificio sin cimientos se derrumba. Por este motivo, las estructuras de la Iglesia, comenzando por la parroquia, están en crisis. Pero la Iglesia es ante todo una realidad sobrenatural que va mucho más allá de las estructuras.
--¿Qué hace usted para convencer a sus superiores sobre la necesidad de entender el mundo de los medios de comunicación?
--Gronowski: Muchas personas tienen que afrontar este problema. Es conveniente acordarnos de los Padres de la Iglesia, como san Agustín, para quien el estudio de la comunicación, (en aquella época era sobre todo la retórica), tenía tanta importancia como el estudio de la doctrina.
Pero sobre todo hace falta paciencia. La Santa Sede sólo comenzó a tomar en serio la enseñanza de McLuhan en la encíclica de Juan Pablo II «Redemptoris Missio», (n. 37), es decir, diez años después de su muerte, ocurrida en el 1980. Hace falta paciencia...
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Sep 19, 2005 00:00